La lectura era algo que no iba conmigo. Así, sin más: yo no leía. Pero entonces, primero Kika Superbruja y luego Memorias de Idhún, hicieron que mi manera de ver los libros diera un giro. Blue Jeans, P. C. y Kristin Cast y, por supuesto, Laura Gallego, empezaron a engrosar el espacio que ocupaban los libros en mi estantería. Con ellos descubrí mi pasión: la literatura juvenil y romántica.