Anaya

El abismo Challenger es el punto más profundo de la Tierra. Caden Bosch se dirige allí sin frenos, conduciendo al Capitán de su barco y a toda la tripulación hacia un destino terrible. Pero Caden Bosch también va al instituto y diseña videojuegos con sus amigos. Tiene una hermana pequeña y la pared de su cuarto está forrada con papel de delfines. A veces anda y se pierde sin darse cuenta.

A veces no sabe si está en el barco o en casa o en los dos sitios a la vez o en ninguno. No sabe si su mente sigue siendo suya o si ya ha caído en el abismo.

Con metáforas llenas de significado y la alternancia entre lo que ocurre en su cabeza y fuera de ella, el viaje de Caden retrata el largo camino de la lucha contra las enfermedades mentales de forma sorprendente.

Naufragio de letras

La vida no es fácil cuando pesas 190 kilos. Tienes que aguantar día tras día las miradas, los murmullos, el desprecio y la condescendencia de casi todo el mundo a tu alrededor. Butter está harto, y por eso toma la decisión de quitarse la vida dando un espectáculo tan grande que haga que se arrepientan de haberlo tachado de monstruo. Pero ¿qué pasa cuando su supuesta última cena se convierte en el evento más esperado del año? ¿Cuando quienes ignoraban parecen convertirse en sus amigos? ¿Será capaz de verdad de comer hasta morir cuando, por primera vez en mucho tiempo, siente que forma parte de algo?

Butter es un narrador sin pelos en la lengua, y su crudo relato refleja la realidad de las complejas pirámides sociales del instituto, el tira y afloja de la popularidad, el bullying y sus protagonistas de forma tan fiel que resulta estremecedor.

Los chicos sí que lloran, Leah Konen

Bruño

Gael Brennan está convencido de que Anika es el amor de su vida. Hasta que se la encuentra besando a Mason, su supuesto mejor amigo. Como el romántico de manual que es, Gael se hunde en la miseria. ¿Qué le queda en la vida si no tiene amor?

Por eso considera obra del destino que Cara y su bicicleta se choquen con él días después. Tiene que ser una señal. Tiene que tratarse, esta vez sí, de amor verdadero.

Solo que no. Porque el Amor verdadero, el que se escribe con mayúscula, tiene planes distintos para él… y para todos.

Esta historia narrada por el Amor, que es un ente no tan perfecto e infalible como lo solemos imaginar, está cargada de referencias cinematográficas, personajes en conflicto y escenas enternecedoras. Es un canto al amor en todas sus facetas, ya sea como romance, familia o amistad.

Libre, Patrick Ness

Nube de tinta

Adam compra una rosa al inicio de un día que será decisivo: su exnovio se muda a otra ciudad. Cuando se pincha con una de sus espinas, algo se despierta en el fondo de un lago cercano. Una joven con piedras en los bolsillos vuelve a pisar tierra. Tras ella, un fauno ancestral, que observa como su reina está atrapada en el cuerpo de una adolescente asesinada. Tanto esta como Adam comienzan una búsqueda de libertad que durará hasta la caída del sol, donde el mundo tal y como lo conocían cambiará radicalmente.

La identidad adolescente y la magia se entremezclan en Libre, que cuenta con Virginia Woolf y Judy Blume como inspiraciones. La novela construye las dos tramas de forma paralela hasta que somos testigos de una catarsis narrativa que nos regala al mejor Patrick Ness, tan íntimo como universal.

Ella es ciencia y lógica. Él, poesía y emoción. Los destinos de ambos se unen en el caos de Nueva York, donde el universo decide narrar una historia de amor de tan solo un día. Al acabar, ella será deportada a Jamaica y él renunciará a su sueño de ser poeta para estudiar medicina, pues sus padres emigraron desde Corea para que él tuviera un futuro mejor. ¿Qué probabilidad hay de que ambos se enamoren antes de que sus vidas cambien para siempre? El sol también es una estrella tiene tres voces narrativas, él, ella y el Universo, un narrador omnisciente que completa los huecos de la historia y que transforma una obra que podría ser una más en una pequeña joya.

Salamandra

Tras un naufragio, Charles descubre a un bebé en la funda de un violonchelo que flota entre los restos del barco. La llamará Sophie y la criará como si fuese su hija. Pero esta jamás olvidará a su madre, de la que, aunque parezca imposible, recuerda su melena pelirroja. Además, algo en su interior le dice que no murió en el naufragio, aunque todo indique lo contrario. Por ello, Charles y Sophie, huyendo de los servicios sociales, viajan a París, donde podría estar la madre de la niña. Poética y elegante, Sophie en los cielos de París tiene alma de clásico. Si no te conquista por su prosa, te conquistará por esos tejados parisinos en los que todos querríamos perdernos.