Sudáfrica, 2002. En el Día Mundial del Sida, un pueblo entero se quedó boquiabierto ante el atrevimiento de una joven profesora. Miss Diko apareció una semana más arde asesinada a pedradas en medio de la basura junto a la casa de Gaone, una de sus alumnas. El Sida, un tema poco tratado en la literatura juvenil, es una realidad que siguen viviendo cientos de personas y que nos ha sobrecogido. Los personajes se circunscriben dentro de una sociedad en la que todos saben pero el miedo les calla. La situación del VIH en este país y la lucha de una adolescente por salvar a su inconsciente hermana de un horrible futuro son los pilares en los que se sustenta esta durísima historia de Jenny Robson que creemos que todo el mundo debería leer.
Por ser una novela valiente, que ilustra una situación de la que poco se sabe en nuestro país, y por atreverse con una trama tan dura como real, en El Templo de las Mil Puertas consideramos que la mejor novela extranjera independiente publicada en 2015 es All for love, de Jenny Robson.
Hayley vive sola con su padre, un militar retirado y «héroe» en el conflicto de Afganistán. Pero las secuelas de la violencia y barbarie que vivió en el frente lo persiguen sin descanso, y estos fantasmas lo han empujado a una espiral de drogas, violencia y alcohol. Ahora, cuando está sobrio, apenas sale de su cuarto. Mientras, su hija adolescente trata de llevar una vida normal sin que en el instituto se den cuenta de que su padre no puede cuidar de sí mismo y mucho menos de ella. El argumento de esta novela, brillantemente narrada por la autora que ya nos impresionó con Frío, no deja lugar a dudas: es de árida lectura, pero con un estilo pulido y con la originalidad de tratar con tantísima sensibilidad un tema tan duro como es la guerra de Afganistán.
Cuando el tímido Jeremy conoce a Sebby y Mira, su vida cambia completamente. Enamorado de ambos, el joven comienza a vivir una existencia llena de sueños y esperanzas; es una vida imposible, pero estos tres chicos que han sufrido más de lo que deberían necesitan creer en ella para ser tener una oportunidad de felices. La autora se atreve con temas como la bisexualidad y el feminismo, y nos sorprende con su manera de narrar la historia: Jeremy sueña en primera persona, vemos la lucha de Mira en tercera y la autodestrucción de Sebby en segunda. Tres personajes imperfectos y muy bien construidos, y unos diálogos escritos con fluidez y muy agudos hacen de esta novela una verdadera delicia literaria.
Georgie ha vuelto a poner su trabajo por delante de su familia y teme que esta haya sido la gota que colma el vaso. Neal, su marido, no le coge el móvil, pero cuando le llama desde su viejo teléfono de disco, de alguna forma consigue romper la barrera del tiempo y comunicarse con el Neal universitario. Rainbow Rowell vuelve a demostrar su maestría creando personajes y tejiendo relaciones entre ellos. El contraste entre la vida universitaria y el matrimonio posterior le permite y las relaciones más allá del «y fueron felices para siempre», y ofrece un punto de vista poco frecuente en juvenil.
Con trece años, Noah y Jude eran dos mellizos inseparables; Noah era el introvertido y Jude la popular, pero ambos eran lo más importante el uno para el otro. Tres años después, el drama que ha roto la familia también ha separado a los hermanos e incluso ha hecho que cambien su carácter y sus sueños. Jandy Nelson acierta de pleno al alternar los tiempos además de los narradores (Noah cuenta la historia con trece años y Jude con dieciséis). El conflicto familiar resulta muy conmovedor y la autora encuentra el equilibro perfecto entre el optimismo y la desgracia.