Desde que aprendí a leer, los libros han sido mi centro, por lo que construí mi historia a partir de palabras. Fue en mi blog, Más allá de las palabras, donde comenzó mi andadura como Hermochi. Y fue esta pasión la que me llevó a estudiar Filología hispánica, con la intención de poder dedicarme a editar las historias de otros algún día. Para mí no existen sueños imposibles, solo historias que aún no se han contado. Mi aventura en El Templo se remonta al verano de 2013, cuando abrí una de las puertas que conducen a este reino de posibilidades sin final.