En los libros vivo todas las aventuras que no puedo vivir en la realidad. ¿Viajar a otros mundos? Hecho. ¿Luchar contra demonios? Hecho. ¿Asaltar una fortaleza inexpugnable con una pandilla del peor barrio de Ketterdam? Hecho. Quizá por eso tengo siempre la cabeza llena de escenas, diálogos y sueños imposibles… Me gustan mucho la fantasía y las distopías, pero también cualquier novela realista que trate sobre adolescentes reflexionando sobre su existencia, o simplemente, enamorándose por primera vez. Para mí, los libros siempre han sido una puerta a lugares donde todo es posible. Qué coincidencia; me he metido en un sitio que tiene ambos: libros y muchas, muchas puertas…