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Reportaje central

¡Ya tenemos ganadores de los XV premios Templis!

El Templo #99 (abril-mayo 2024)
Por La Redacción
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El pasado 2 de junio celebramos la decimoquinta entrega de nuestros premios Templis. Comenzamos con una mesa redonda entre los autores finalistas españoles, donde hablamos de sus novedades y de su visión de la literatura juvenil. Para terminar, se desvelaron las cuatro novelas ganadoras: ¿Estamos okey? Un verano para recordar, de Nina LaCour; Murtagh, de Christopher Paolini; Desértica, de Alba Quintas; y La loba gris, de Maite Carranza.

Este año, el Premio El Templo de las Mil Puertas se ha trasladado de escenario. Autores, lectores y templarios nos hemos reunido en la Feria del Libro de Madrid, en el Pabellón Europa. Bajo el título «Literatura juvenil de premio. Diálogo entre los finalistas al XV Premio El Templo de las Mil Puertas», hemos celebrado unos Templis diferentes, protagonizados por los autores finalistas. De los diez autores finalistas en las categorías nacionales, tuvimos la suerte de contar con nueve de ellos: Patricia García-Rojo, Paloma González Rubio, Maite Carranza, Ana Alcolea, Pedro Mañas, Marina Tena, Bruno Puelles, Alba Quintas y Belén Martínez. Tan solo faltó Victoria Álvarez, a quien echamos de menos.

Presentó el evento nuestro compañero Pablo G. Freire, que retó a los autores a resumir el argumento de sus libros en un minuto. El diálogo comenzó con la pregunta de qué temas interesan a los lectores juveniles en 2024. Marina Tena señaló que «aunque haya temas más vigentes ahora, también hay muchos temas que son universales y siempre se han mantenido: crecer, buscarte como persona y tu lugar en el mundo». Ana Alcolea afirmó que su manera de respetar al lector es «no pensar en él cuando escribo; hay que dar lo que uno siente», con lo que Bruno Puelles estuvo de acuerdo: «Si pones la distancia de pensar qué puede gustar, no te va a interesar lo que escribas, y tampoco le interesará a nadie».

Otro tema que se trató fue la atención por el estilo que comparten las novelas finalistas. Belén Martínez señaló que «cada historia, cada género, tiene que tener su lenguaje, su forma. Las historias tienen un alma propia y te piden que las cuentes de determinada manera». Uniendo este tema y el anterior, Pedro Mañas opinó que, «ante todo, lo más importante es tener una historia con la que estés comprometido y una voz narrativa que, al menos para ti, sea original e interesante».

Para cerrar la charla, cada autor recomendó un libro juvenil que le hubiese gustado mucho. Se mencionaron algunos títulos de los escritores presentes, como Migraciones, de Patricia García-Rojo, del que habló con entusiasmo Maite Carranza; Palabras envenenadas, de la propia Maite, recomendado por Alba Quintas, o Brujas de Arena, de Marina Tena, del que nos habló Pedro Mañas.

Al fin llegó el momento más esperado: la entrega de premios. En la categoría Mejor Novela Extranjera Independiente la ganadora fue ¿Estamos okey? Un verano para recordar, de Nina LaCour. La Mejor Novela Extranjera Perteneciente a Saga fue Murtagh, quinta parte de El Legado, de Christopher Paolini, que había enviado un vídeo para agradecer el premio.

 

Llegó el turno de Mejor Novela Nacional Independiente, la categoría más reñida con seis finalistas, y el premio finalmente fue para Desértica, de Alba Quintas. Alba, que aseguró que no había preparado discurso porque no esperaba ganar, dio las gracias a su agencia, Tormenta, y a la editora del libro, Ana Sancho, que estaba entre el público.

 

La Mejor Novela Nacional Perteneciente a Saga fue La loba gris, de Maite Carranza, precuela de su famosa saga La guerra de las brujas. En su discurso, Maite defendió la importancia de la literatura juvenil y de medios como El Templo de las Mil Puertas que contribuyen a mantenerla viva.

 

Desde El Templo queremos dar las gracias a todos los que nos acompañasteis esa tarde: a los autores finalistas, algunos de los cuales vinieron a Madrid para asistir al evento, a los autores que se acercaron aunque no estuvieran entre los finalistas, a los editores y, por supuesto, a los lectores. Muchas gracias también a la Comisión Europea por acogernos en el Pabellón Europa, su estupendo espacio en el corazón de la Feria. ¡Nos vemos el año que viene!