Para empezar os contaré que no solo escribo en casa, normalmente, suelo hacerlo en alguna cafetería. Cuando comencé a escribir libros vivía en un piso muy pequeño donde no tenía espacio para nada. Así que me acostumbré a escribir fuera. Ahora vivo en una casa más grande donde tengo un despachito en el que trabajo, sobre todo, por las noches y antes del día de entrega.
Me gusta la sencillez. Una mesa, mi ordenador y una taza de café. Es todo de lo que me suelo rodear a la hora de escribir. Tampoco tengo grandes manías cuando me pongo a escribir. Lo importante es centrarme en lo que quiero hacer y llevarlo a cabo lo mejor posible. Antes escribía con música, ahora ni siquiera la necesito. Si estoy bien física y mentalmente, las cosas salen dedicándole muchas horas y esforzándome al máximo en cada párrafo.
Hace poco que me mudé a este piso en el que dispongo de más espacio para mis libros. Siempre he vivido rodeado de ellos y se echan de menos cuando vives en un sitio pequeño. Ahora solo me queda encontrar tiempo para leer todos los que tengo pendientes.