Heinz Delam
Los sueños son una puerta abierta a nuestro subconsciente, y por lo tanto dicen mucho acerca de nuestro lado oculto. Además de eso, a mí me fascina el mundo onírico porque durante el sueño, a pesar de estar desconectados de la realidad, nuestro cerebro es capaz de crear mundos tan creíbles como el verdadero. Nadie duda de la realidad de sus sueños hasta que se despierta, y eso indica que estamos capacitados para vivir realidades que no existen, de "fabricarlas" desde dentro... A menos que supongamos que nuestros sueños sí que existen en alguna parte, y que al soñar estamos abriendo un portal hacia otros mundos... Cualquiera de las dos posibilidades parece interesante...