El Museo ABC de Dibujo e Ilustración fue testigo el pasado jueves de uno de los proyectos más ambiciosos de los últimos años en el campo de la literatura juvenil: Aurora o nunca.
La editorial Edelvives había lanzado la convocatoria para la presentación de una novedad que llevaba meses apareciendo misteriosamente en perfiles de diferentes autores. En sus redes, se podía ver el armazón de un barco abandonado y unas palabras que conducían a un lugar: Aurora.
Así pudimos conocer Aurora o nunca, una novela escrita por la mano de diez de los autores españoles con más premios en su haber: Ana Alcolea, Jesús Díez Palma, David Fernández Sifres, Alfredo Gómez Cerdá, Jorge Gómez Soto, Paloma González Rubio, Daniel Hernández Chambers, Rosa Huertas, Gonzalo Moure y Mónica Rodríguez.
Y por si los prestigiosos nombres que firman la novela no impresionaran de entrada, la editorial se animó a reunir a los diez el pasado jueves para presentar el libro en Madrid. Así, acompañados del pianista Miguel Huertas, fueron subiendo al escenario mientras leían algunas de las palabras que nos introducían como espectadores en Aurora. La música ambiental, las olas que se oían de fondo y la penumbra de la sala crearon la atmósfera perfecta para a presentación.
La novela se centra en Aurora, un pueblo costero en el que sus habitantes a veces vislumbran un misterioso navío que surge de las profundidades del mar, en torno al que se ha creado una leyenda muy trágica. Como pudimos saber, la historia no es una simple compilación de relatos, sino que es en realidad una especie de juego literario al más puro estilo del «cadáver exquisito». Daniel Hernández Chambers fue quien tuvo la idea original y fue tratando de embaucar a las distintas personas involucradas. Pudimos enterarnos de la existencia de las llamadas reuniones aurorianas y saber que los autores fueron cambiando desde que se concibió el proyecto. En un inicio, por ejemplo, contaban con David Lozano, a quien tuvieron que echar del proyecto, nos contaban entre risas, porque había asesinado a toda la población de Aurora al comienzo de la novela, mientras que Ana Alcolea se unió en los últimos momentos de la concepción del proyecto.
A través de una ronda de preguntas cortas donde todos participaron, los diez afirmaron haber disfrutado de la experiencia y concluyeron que Aurora se había convertido en un lugar común para ellos, un espacio literario al que quizá volvieran de alguna forma en el futuro.
Tras una dilatada charla, se sirvió un cóctel para que los asistentes pudieran compartir impresiones con los autores, momento en el que algún intrépido templario se propuso llenar su ejemplar con las firmas de los diez escritores.
El Premio Literario La Caixa / Plataforma es de sobra conocido entre los jóvenes escritores de nuestro país. Muchos esperaban con ansia el fallo de su sexta edición, que se anunció ayer: esta vez, la afortunada ha sido Mónica Baños, gracias a su novela Donde desaparecen las estrellas. La obra ha sido premiada por «la sensibilidad y la dulzura a la hora de hablar de temas como la familia, el amor y la amistad, pero también de la muerte, la frustración y la búsqueda del equilibrio entre el apego a la familia y la necesaria independencia».
El premio tiene una dotación de 3.000 euros e incluye también la publicación de la novela, que llegará a las librerías a partir del 4 de junio. Dentro de poco podremos viajar a Melia, la ciudad Donde desaparecen las estrellas, y conoceremos a su protagonista, Gala, que tendrá que enfrentarse a los fantasmas de su pasado. De momento, no podemos sino felicitar a Mónica Baños, ¡estamos deseando disfrutar de su historia!
Foto: David Campos Fotografía
El día 18 se dieron a conocer los ganadores de los Premios SM 2018: Biografía de un cuerpo, de Mónica Rodríguez, se hizo con el Premio Gran Angular y La niña invisible, de David Peña Toribio (Puño), con el Premio El Barco de Vapor.
Mónica Rodríguez ya es una habitual de los premios de literatura infantil y juvenil: ha ganado el Anaya, el Alandar, el Vila d'Ibi, el Ala Delta... Con esta trayectoria, no se puede decir que este reconocimiento haya sido una sorpresa, sobre todo porque Mónica ya había quedado finalista de los Premios SM en varias ocasiones. De hecho, se ha presentado cinco veces al Gran Angular y diez al Barco de Vapor.
Biografía de un cuerpo narra la lucha de Marcos, un adolescente que estudia danza clásica. Mónica Rodríguez hace un paralelismo entre su historia y la de Nijinski, un bailarín del siglo XX, «que fue considerado el dios de la danza y que terminó encerrado en psiquiátricos los últimos 31 años de su vida».
El ganador del Premio Barco de Vapor ha sido David Peña Toribio, más conocido como Puño, que hasta ahora se había dedicado a la ilustración. La niña invisible cuenta la historia de una niña prehistórica tenaz e inteligente, que vive con el sueño de hacer «el Viaje» como los niños y hombres de la tribu. Contra todo pronóstico, se convierte en la primera mujer en realizar «el Viaje», en el transcurso del cual vivirá grandes aventuras y llevará a su tribu un «nuevo mañana».
Como en ediciones anteriores, los ganadores han tenido que mantener en secreto su premio desde diciembre hasta abril, puesto que se hace público el mismo día de publicación del libro. El 18, en la rueda de prensa de la mañana, al fin pudieron hablarnos de sus novelas y de lo que ha supuesto el premio para ellos: una puerta abierta a la escritura, en el caso de Puño, y el poder seguir dedicándose a la literatura profesionalmente, en el caso de Mónica.
Por la tarde acudimos al acto de entrega en la Real Casa de Correos, donde nos encontramos con editores, libreros y muchos escritores, algunos de ellos ganadores de ediciones anteriores. Ahora nos queda la mejor parte: leer los libros premiados.