El 3 de junio era un día especial para la editorial Edelvives. Aunque fue a principios de año cuando se dieron a conocer los ganadores de sus premios, no fue hasta el martes cuando se convocó a los medios para dar la rueda de prensa pertinente.
Por la mañana, en la librería Tipos Infames nos esperaban representantes de la editorial y los ganadores: Elena Alonso Frayle (Alandar), Paloma Muiña (Ala Delta), acompañada de la ilustradora del libro, Mercé López, y Manuel Marsol (Álbum Ilustrado).
El evento comenzó con la presentación del premio Ala Delta. Antes de hablar sobre la novela ganadora, nos contaron detalles de esta edición. En 2014 se presentaron alrededor de 150 manuscritos, la mayoría procedentes de España, pero también de Latinoamérica. Algunos de ellos eran de poesía, pero prevalecía la prosa.
De todos los manuscritos, solo cinco pasaron a la final, muy distintos entre ellos. El ganador, Un cóndor en Madrid, destacó por parecer una novela sencilla al principio pero de gran complejidad según avanzaba la lectura, tener conversaciones frescas, pequeños detalles y situaciones familiares entre dos niños pequeños de distinta nacionalidad. Según el jurado «la obra destaca por su capacidad para relatar un hecho cotidiano ?el vinculo que se establece entre dos niños de culturas diferentes? con un estilo sencillo, nada adoctrinador, ajeno a los tópicos».
Después fue el turno del premio Ala Delta de literatura juvenil. Al igual que con el infantil, la mayoría de los manuscritos procedían de España, pero también de Latinoamérica, destacando Argentina. Los temas a tratar eran más crudos que los infantiles. Ahora los protagonistas son adolescentes y tienen que superar sus miedos, sufren acoso escolar, violencia e incluso algunos de ellos fallecen. También existen situaciones de guerra, de fantasía inspirada en la de Tolkien, futuristas, distópicas, con criaturas como los hombres lobo y brujas. Los sentimientos, el crecimiento interior, los traumas, las enfermedades, las muertes cercanas y las críticas al consumismo abundaron entre las novelas. También había temas históricos, de vikingos, del siglo XV, sobre la guerra civil y también guiños literarios a novelas como La isla del tesoro o Tom Swayer.
De la obra ganadora, La edad de la anestesia, destacaron la evolución del personaje (ese paso de la adolescencia a la madurez), la relación con sus padres y lo que se deja sin decir, que es a veces lo más importante. También contaron que la clave de la novela era el título. Parte de la historia es autobiográfica; la autora comentó que su hijo sufrió una cardiopatía como la de la protagonista y que tanto él como ella estuvieron en Berlín, en ese hospital que da vida a la historia. El jurado destacó de la novela sus «reflexiones sobre la culpa, el desarraigo personal, la falta de libertades individuales o lo efímero en la vida en un tiempo simbólicamente anestesiado, ya sea por la enfermedad o por un totalitarismo de Estado como el de Erich Honecker». Y es que la historia transcurre a principios de los años ochenta, en la Alemania de este.
Por último fue el turno de Premio Internacional de Álbum Ilustrado. En esta tercera edición se presentaron 114 proyectos con una misma temática: la reescritura de los cuentos tradicionales. Del proyecto ganador, titulado Ahab y la ballena blanca, que saldrá publicada en septiembre, destacaron cómo el ilustrador Manuel Marsol recoge el mito de Moby Dick y cuenta su propia historia: «la dificultad de distinguir lo que es realmente importante», y es que Ahab confunde a la gran ballena blanca con otra cosa. Es incapaz de verla, aunque siempre esté allí.
Por la tarde, teníamos una cita en los Teatros del Canal. Ochocientas personas fuimos invitadas al evento que bajo el título, y hashtag, #vibraypunto disfrutamos de una entrega de premios muy especial. La música, el teatro y la literatura se fundieron en un evento mágico. Amenizada por el grupo Sewabeats, el publico tocó el djembé, un instrumento de percusión parecido a un «tambor». A la vez, los actores Emma Suarez, Ernesto Alterio y Alberto San Juan interpretaron fragmentos de las obras ganadoras y animaron a los autores a que contaran algunos detalles de sus novelas. Después, cada actor entregó un premio y a continuación se hizo la foto de familia con el equipo de Edelvives dando lugar a una de las mejores instantáneas de los premios: sobre el escenario, estaban todos sentados con sus djembés para tocar por última vez al son del grupo Sewabeats y el público.
El evento terminó con una gran ovación por parte del público, la entrega de los libros ganadores a los asistentes y un cóctel donde los autores, y también los actores, fueron felicitados por los asistentes, que esperaron a que sus libros fueran firmados y con las ganas de leer estas historias que hicieron vibrar, y punto, a todos los amantes de la literatura.
El viernes 30 de mayo el Fórum de la Fnac Callao volvía a acoger un evento de literatura juvenil. Esa tarde el zaragozano David Lozano presentó su última novela, Hyde, acompañado del escritor Santiago García-Clairac, la editora del sello, Anna Vázquez, y la jefa de prensa de la editorial Alfaguara, Rita López.
El evento empezó a las siete de la tarde con una breve presentación. Uno de los ingredientes que componen la novela de David es la publicidad subliminal (un grupo de estudiantes se somete a un experimento: ver anuncios aparentemente inofensivos para fomentar la lectura), por eso, Santiago explicó a los presentes qué es ese tipo de publicidad, cómo se realiza y nos enseñó varios ejemplos, algunos hechos por él. Tras la explicación, David empezó a hablar sobre la novela. Nos contó que el título viene de la novela de Stevenson El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde ya que en este libro lo más importante no es quién es el asesino, sino quién se puede llegar a convertir en uno.
También nos confesó que ha terminado una novela infantil y que está en proceso de documentación para su próxima novela. De la primera no quiso adelantar nada (solo que estaba muy ilusionado con ella) y de la segunda solo comentó que había visitado un centro de menores y que volvería a él para poder hablar con el personal y los jóvenes de allí.
Para finalizar la presentación, llegó la esperada ronda de preguntas, en la cual quedó patente que los asistentes piensan que a Lozano le encanta matar personajes, y la firma de libros, en la que el autor aprovechó para saludar a todos los que asistieron e intercambiar impresiones sobre sus novelas.
El sábado 24 de mayo daba comienzo la primera edición del Festibook, el Festival Transfronterizo de Literatura Juvenil. El evento transcurrió en el espacio Impact Hub Next Madrid, cerca del CaixaForum. En él, autores, periodistas, editores, blogueros y demás personas relacionadas con el mundo editorial dieron ponencias de quince minutos, en una jornada que empezó a las once de la mañana y terminó a las ocho de la tarde. Tres salas albergaban las ponencias, por lo que los asistentes podían decidir a cuál asistir y escuchar desde charlas sobre marketing hasta debates sobre las nuevas tendencias que existen hoy en día para publicitar una novela. A pesar de que hubiera tres ponentes a la vez, las tres salas tuvieron bastante público.
En esta edición, nuestros compañeros Javier Ruescas y Rocío Carrillo participaron, con dos ponencias el primero y una la segunda. Las de Javier trataron de «Pulsaciones: una experiencia de WhatsApp y a dos cabezas» en la cual habló sobre su libro escrito con Francesc Miralles y cómo se organizaron para crear la novela y «¿Qué es eso de los booktubers?», en la que explicó quiénes son estas personas, a qué se dedican y cómo este nuevo fenómeno se ha extendido por nuestro país. Por otro lado, la ponencia de Rocío trató sobre «Webs de autores y/o libros creadas por fans. Motivos y finalidad». En ella habló sobre su experiencia a la hora de visitar este tipo de webs (cómo las descubrió, qué esperaba de ellas...) hasta crear y participar en una de ellas (las razones, el trabajo que hay detrás, etc.).
El evento fue organizado por el escritor Santiago García-Clairac, la librera Ester Madroñero y el especialista en marketing Alejandro Fernández de las Peñas y patrocinado por la fundación SM. Su entusiasmo y sus ganas de que todo saliera bien hicieron que Festibook tuviera una gran acogida y fuera muy dinámico.