♦ Nació en 1962 en Brooklyn, pasó su adolescencia en México y actualmente vive con su esposa y sus cuatro hijos en el sur de California. ♦ Tiene publicados más de una veintena de libros que han recibido casi un centenar de premios literarios por todo el mundo. ♦ En España, aparte de las sagas de Everlost y Desconexión (de las que se han adquirido los derechos para su adaptación cinematográfica) se publicó su libro El Schwa estuvo aquí, que actualmente está descatalogado. ♦ Ha intercalado su labor como escritor con la de guionista para cine y televisión. Pero también ha desarrollado juegos de mesa y ha trabajado para Disney. ♦ Orson Scott Card pidió a Neal Shusterman que escribiese unas novelas paralelas a El juego de Ender, pero este tuvo que declinar la oferta por falta de tiempo. Esas novelas, que el propio Card acabaría escribiendo, son las cinco que componen actualmente la saga La sombra de Ender. |
Como escritor, te atreves con temas muy controvertidos como la muerte de niños o el aborto. ¿Por qué esa elección de temas? ¿Alguna vez te ha preocupado la censura?
Utilizo temas controvertidos, pero lo hago responsablemente. Me gusta lanzar preguntas difíciles y retar a los lectores a que piensen. La gente suele agradecerlo. No solo los niños, sino también los profesores y los padres. Los únicos problemas con la censura que he tenido por mis libros han venido de gente que en realidad no los había leído.
En la trilogía de los secuestradores de pieles, nos hablas del mundo al que van a parar las almas de los niños que mueren: Everlost. ¿Cómo surgió la idea de este lugar?
No es que sus almas vayan allí, sino que a veces quedan atrapadas allí durante el camino en el que se dirigen a Donde Deben Ir. Un lugar que está entre la vida y la muerte. La vida adolescente va de estar constantemente «entre medias». Ni totalmente niñosni totalmente adultos. Everlost es una metáfora de ello. Es un lugar que tienen que atravesar por sí mismos. Un lugar donde no pueden confiar en los adultos para que les digan qué hacer. Mi meta fue coger esa metáfora del «mundo entre medias» y crear una realidad completamente nueva y fresca que nunca se hubiera visto antes, con sus propias reglas, sus propias maravillas y sus propios terrores.
En Desconexión, asistimos a un futuro aterrador en el que los jóvenes pueden ser abortados retroactivamente hasta los dieciocho años. ¿Cómo fue el proceso de desarrollar la historia de este libro? ¿Vino primero el concepto de desconexión o la idea de los jóvenes luchando contra el sistema?
La gente joven siempre está luchando contra el sistema de una forma u otra, eso no es algo nuevo; lo que captó mi atención sobre la idea fue un artículo que leí sobre una mujer en Francia a la que se le hizo el primer transplante de cara. El artículo hablaba sobre cómo la tecnología médica estaba avanzando y que, en unos pocos años, el 100% de una persona podría ser usado para transplantar. Eso me hizo preguntarme que, si el 100% de ti sigue vivo solo que transplantado, ¿ESTÁS todavía vivo? Esto convertía de repente la pregunta sobre la vida y la muerte en un «área gris», así como la pregunta de cuándo empieza la vida. Nadie puede decir con certeza cuándo comienza la vida humana, ¿y si tampoco podemos estar totalmente seguros de cuándo termina? ¿Y cómo usaría eso la gente para manipular la ética de la sociedad? Porque si todo el mundo estuviera convencido de que alguien puede vivir pero en «un estado diviso», ¿cuántas cosas horribles permitiríamos que ocurriesen? Desconexión es una historia sobre qué puede pasar si la sociedad permite que sus principios sean manipulados. Intencio nadamente la historia no toma ningún partido político acerca de los temas tan controvertidos sobre los que trata. Quería que toda la gente, en cualquiera de los extremos sobre estos temas, fuera capaz de apreciar la historia.
Una de las bazas fuertes de la serie Desconexión son unos personajes perfectamente definidos y con personalidades muy fuertes. ¿Dedicaste mucho tiempo a construirlos? ¿Cómo es meterse en la piel de personajes tan diferentes como Lev o Connor en una misma historia?
Los personajes crecen en el proceso de escritura y revisión. Es muy importante para mi que los personajes se perciban reales. Para mí LO SON. Jóvenes reales en situaciones irreales. No importa el tema, el guion o la historia, los personajes son la parte más importante. El guion es secundario ante ellos. Algunas veces mis personajes hacen elecciones que van en contra de mis propios deseos sobre lo que quiero que hagan. Les tengo que dejar tomar sus propias decisiones, incluso cuando ello cambie la historia.
Está claro que te atreves con la guerra, con el misterio y el drama. Sin embargo, en tus novelas no te olvidas del amor. ¿Qué valor tiene para ti contar romances como el de Risa y Connor? ¿Lo haces para equilibrar la trama o porque la propia historia te lo pide?
Las relaciones son parte de la vida real. La gente en situaciones intensas crea conexiones intensas, ya sea una poderosa amistad, como la que hay entre Connor y Lev, o una relación romántica, como la que tienen Risa y Connor. Respecto al elemento romántico, no me habría parecido bien no incluirlo, hubiera quedado poco realista
En España se ha publicado la trilogía de Everlost y se está publicando la serie de Desconexión pero tu editorial española, Anaya, nos ha avanzado en primicia que va a empezar a publicar también tu serie coescrita con Eric Elfman, Tesla's Atic, que seraá también una trilogía. ¿Qué nos puedes contar de estos libros?
Siempre me he sentido intrigado por el inventor Nikola Tesla, quien es responsable (incluso más que Edison) del mundo electrificado en el que vivimos. Estaba años por delante de su tiempo. En Tesla's Attic, un chico se muda a una casa con un ático lleno de trastos raros. Así que vende todo lo que encuentra y entonces descubre que esos eran los últimos inventos de Tesla y que, en manos equivocadas, podrían llegar a destruir el mundo. Ahora es su deber traerlos de vuelta. Tesla's Attic es mucho más ligera y mucho más divertida que los libros de Desconexión, más parecida a mi novela El Schwa estuvo aquí. El segundo libro de la trilogía será Edison's Alley que verá la luz el próximo año.
Has escrito más de una veintena de libros, pero es la primera vez que te embarcas en un proyecto con otro autor. ¿Cómo está siendo la experiencia de escribir a cuatro manos?
¡Es genial! Eric y yo hemos trabajado juntos en proyectos de cine y televisión, y así hemos establecido un estilo colectivo que realmente funciona. El vive en el norte de California y yo en el sur, que están más o menos a la distancia que hay entre Madrid y París (con lo que a menudo no podemos estar juntos). En su lugar hemos estado trabajando online usando Google Drive, lo que nos permite estar en el mismo documento en línea al mismo tiempo. Es como estar en la misma habitación. Ya no pienso en ello como en cuatro manos, es más como dos cerebros en «la nube».
Has trabajado como guionista en varias series como Pesadillas o Animorphs. ¿Cuáles son las diferencias entre escribir un guion y una novela? Qué resultado te motiva más: ¿ver un libro publicado o un capítulo emitido?
Los guiones son solo anteproyectos de películas o shows de televisión. El producto final rara vez se asemeja a lo que el escritor imaginó. Es muy reconfortante si un proyecto llega a hacerse, pero solo una pequeña parte lo hace. Por el otro lado un libro es un producto terminado que alcanza a la audiencia de la forma que el autor pretendía. Ademas, los libros recaen en la imaginación del propio lector. Un libro se muestra a su audiencia desde el interior en vez de desde el exterior. Encuentro escribir libros mucho más reconfortante. ¡Pero me encanta ver esos libros como películas!
Y hablando de guiones, ¿puedes decirnos en qué estado se encuentran los proyectos de adaptación al cine de Desconexión y Everlost?
No hay noticias sobre Everlost, pero Desconexión se está acercando hacia la producción. Es un proceso muy lento, pero con suerte será una película pronto. El estudio está en estos momentos intentando hacerse con un gran director.
Has dado charlas en multitud de colegios y centros de enseñanza. ¿Cuál ha sido tu experiencia durante las mismas? ¿De qué les hablas a los jóvenes en ellas y qué te suelen preguntar?
Mis presentaciones son todas preguntas y respuestas. Quiero tener una conversación con los lectores y hablar acerca de las cosas que ellos quieran hablar más que sermonearles. Siempre me preguntan de dónde vienen mis ideas, cómo empecé a escribir y sobre el proceso de escritura... pero siempre me sorprenden con alguna pregunta que no estaba esperando. Por ejemplo, la semana pasada estaba hablando en Nueva York y un estudiante me preguntó que «Si todos tus personajes estuvieran atrapados en un edificio en llamas y solo pudieras salvar a uno, ¿a cuál salvarías?». Tuve que pensar mucho en la respuesta. Al final, dije que Lev, de Desconexión, porque, de todos mis personajes, él es uno de los que más ha sufrido y merece tener una vida. Pero entonces, otro estudiante señaló que Lev volvería corriendo y salvaría a otros en su lugar. En realidad creo que muchos de mis personajes lo haríaan. No creo que fuera capaz de sacar a ninguno de ellos de ese edificio en llamas porque todos estarían tratando de salvarse unos a otros. ¡También confío en que alguno de ellos sería lo suficientemente listo como para encontrar una forma de salvar a todo el mundo!
A lo largo de tu carrera has ganado múltiples premios y reconocimientos, muchos de ellos otorgados por tus propios lectores, uno de los últimos el de nuestra propia revista, ¿qué importancia tiene para ti ganar un premio? ¿cómo vives esa experiencia?
Es siempre un honor ganar un premio. Los premios y reconocimientos que más significan para mi son aquellos en los que votan los propios lectores. A todo escritor le gusta saber que su trabajo es apreciado. Escribir puede ser muy solitario; expones tus ideas, las envías al mundo y, a veces, no sabes si están marcando alguna diferencia ahí fuera. Estoy contento de saber que mis libros están haciendo cambiar algo en la vida de la gente.
¿Tienes pensado hacer una visita a tus fans españoles?
Me encantaría visitar España. ¡Espero poder ir en 2015!