Tu novela más reciente es A dos centímetros de ti. ¿Qué es lo que más te gusta de ella? ¿De qué aspecto te sientes más orgullosa?

Mi parte favorita de A dos centímetros de ti son los diálogos entre Macallan y Levi que hay al principio de cada capítulo. Creo que puedes saber mucho acerca de una relación solo con escuchar a dos personas conversar. Fue muy divertido escribirlo, pero creo que el motivo por el que estoy tan orgullosa es porque nunca pensé que fuese a salirme con la mía. Sabía que si le decía a mi editor «Voy a empezar mi libro con un diálogo en distintos tipos de letra y al principio el lector no sabrá quién está hablando», pensaría que estoy loca. Afortunadamente, decidí incluirlo en el libro ¡y le encantó!

Tanto El Club de los Corazones Solitarios como Del material del que están hechos los sueños reflejan tu amor por la música. ¿Hay algo de ti en A dos centímetros de ti?

Decidí, casi por antojo, que A dos centímetros de ti se desarrollaría en el estado de Wisconsin, donde yo nací. Parte de mi infancia y de las cosas que más me gustaban de crecer en Wisconsin terminaron saliendo en el libro (sobre todo la comida, y también incluí un montón de guiños a mi equipo de fútbol americano favorito, los Green Bay Packers). Probablemente la influencia más directa sea el personaje del tío Adam, que está muy inspirado en la relación que tengo con mi tío Peter. Mi padre está muy orgulloso de que lo haya incluido en el libro.

¿Qué te ha hecho retomar la historia de Penny Lane ahora, cinco años después de la publicación de El Club de los Corazones Solitarios?

He querido escribir una secuela desde que terminé El Club de los Corazones Solitarios. Creo que, de todos mis libros, es el que más necesita una segunda parte. Como El Club de los Corazones Solitarios trata de dar prioridad a ti misma y a tus amigos, la pregunta para esta secuela es: ¿qué ocurre cuando tienes novio? ¿Cómo equilibras la amistad y tu relación? El motivo por el que me ha llevado tanto escribirlo ha sido que tenía que publicar los otros libros para cumplir mi contrato. El verano pasado me di cuenta de que era ahora o nunca, ¡y empecé a trabajar en We Can Work It Out!

¿Cómo comenzó tu afición por los Beatles? ¿Fue algo de familia como en el caso de Penny?

Por desgracia, mis padres no son superfans de los Beatles. Los Beatles siempre estuvieron presentes en mi vida mientras crecía: cantábamos sus canciones en clase de música en el colegio y me enseñaron a tocarlas en el piano y el clarinete. Conseguí algunos de sus CD de adolescente y no me podía creer cuántas canciones ya conocía. Entonces empecé la universidad y me fui a estudiar a Londres, hice el tour de los Beatles (que incluye un paseo por el paso de cebra de Abbey Road) ¡y me obsesioné oficialmente!

Después de El Club de los Corazones Solitarios has publicado otros cuatro libros. Al volver a retomar la historia, ¿has notado que tú como escritora has cambiado?

Me aterrorizaba releer El Club de los Corazones Solitarios. Habían pasado cinco años desde la última vez que había trabajado en él y sabía (o, al menos, esperaba) que había crecido como escritora. Pensé que iba a morir de vergüenza durante la relectura, ¡pero lo disfruté un montón! ¡Ja! Encontré algunas muletillas verbales y gramaticales que tenía por aquel entonces y de las que ya me he deshecho, pero como forman parte de la voz de Penny Lane, intenté no cambiar mucho el estilo. Lo más divertido de retomar el libro después de tanto tiempo es que me había olvidado de algunas escenas. Escribí como diecisiete borradores de ese libro, ¡así que siempre me cuesta recordar qué llegó a la versión final y qué no!

Prom & Prejudice es un retelling de Orgullo y prejuicio. Si te dijésemos que tienes que hacer un retelling de otro libro, ¿cuál elegirías?

¡Qué buena pregunta! Reconozco que a veces miro con nostalgia algunas de las otras novelas de Jane Austen, pero ahora mismo estoy más centrada en contar mis propias historias.

De estos cinco libros, ¿cuál fue el más difícil de escribir?

Revenge of the Girl with the Great Personality. Tenía que combinar dos ideas (una historia sobre una chica que es lista y divertida, pero a quien los chicos nunca prestan atención, y otra sobre una chica cuya hermana pequeña participa en concursos de belleza) y meterlo todo en un libro. Además no seguí mi propio consejo de no sentarme a escribir antes de saber exactamente lo que estaba haciendo. Hubo muchos comienzos fallidos y lágrimas, pero estoy contenta con el resultado final.

¿Cuál es tu portada favorita de todas las que han tenido tus libros en sus distintas ediciones?

Me siento muy afortunada porque me encantan muchas de mis portadas. Mi favorita de todas es la de El Club de los Corazones Solitarios, que se acabó usando en muchas ediciones extranjeras del libro. ¡Y mi portada favorita de las extranjeras es la española de A dos centímetros de ti!

Antes de publicar trabajaste en Scholastic y en Little, Brown. ¿De qué modo te ha ayudado esa experiencia previa?

No me ha ayudado mucho con la parte de escribir, pero sí con todo lo demás: trabajar con mis distintos editores, las redes sociales, los eventos, etc. Gran parte de lo que supone ser escritor no tiene nada que ver con escribir, así que la experiencia de trabajar en una editorial me ha ayudado mucho. Además, hay veces que Elizabeth Autora y Elizabeth Publicista llegan a las manos. Generalmente, Elizabeth Autora tiene algún tipo de crisis nerviosa y piensa que es un fracaso, y la Elizabeth Publicista aparece para tranquilizarla. ¡Es un trabajo duro, pero alguien tiene que hacerlo!

Después de diez años trabajando como publicista, en 2011 decidiste dedicarte solo a la escritura. ¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes de ser una escritora a tiempo completo?