♦ Nació en 1972, se graduó en Inglés y Ciencias Políticas en la Universidad de Brown en el 94 y publicó su primer libro en el 2003. ♦ Desde que su propósito de año nuevo de 2001 fuera hacer una foto al día durante un año, lleva consigo su cámara a todas partes y sigue haciendo, al menos, una foto al día. Tiene unos veinte álbumes con esas fotos. ♦ Su novela más conocida, Nick y Norah. Una noche de música y amor, fue llevada al cine en 2008. Tanto él como Rachel Cohn tienen un cameo en la película, en la que aparecen detrás de los protagonistas cuando estos se encuentran en el restaurante Veselka. ♦ Algunos de sus autores favoritos son Virginia Euwer Wolff, Alice Hoffman, Rachel Cohn, Markus Zusak o John Green. ♦ Todos los años para el día de San Valentín escribe una historia que comparte con amigos y familiares. Su primera novela Boy meets boy surgió de una de esas historias. A de amor también fue consecuencia indirecta de esa tradición. ♦ Ha escrito varias novelas en colaboración con otros autores. Aparte de las tres coescritas con Rachel Cohn, podemos encontrar Marly’s Ghost, ilustrado por Brian Selznick, Will Grayson, Will Grayson junto a John Green y Every you, every me con fotografías de Jonathan Farmer. Invisibility junto a Andrea Cremer está entre las novedades del 2013. ♦ Es fundador del sello PUSH dentro de Scholastic, comprometido con los autores que cuentan historias diferentes sobre adolescentes. Ninguno de sus títulos ha llegado a España todavía. ♦ Ha editado más de un centenar de libros de la franquicia Star Wars para Scholastic, así que si buscas a David Levithan en Google, que no te sorprendan los resultados frikis. ♦ Ha sido galardonado con el premio literario Lambda en dos ocasiones: en 2003 por Boy Meets Boy y en 2006 por The Full Spectrum. |
Eres editor de Scholastic. ¿Cómo afecta este trabajo a tu faceta como autor? ¿Qué es lo que más te gusta de ser escritor? ¿Y de ser editor?
Me encanta jugar con las palabras de otras personas tanto como jugar con las mías propias, así que escribir y editar me permite hacer ambas cosas. Editar me permite estar en contacto con todas estas mentes tan brillantes que, sin lugar a dudas, me muestran también cómo uso yo la mía.
¿Cómo fueron tu niñez y adolescencia? ¿Supiste desde siempre lo que querías ser cuando crecieses?
No creo que a nadie que me conozca desde joven le haya sorprendido que haya terminado siendo escritor y editor. Las palabras han sido siempre lo que más me ha gustado usar en la vida. Para mí no ha sido un camino inesperado, y he tenido la suerte de contar con familiares y amigos que me han apoyado desde el principio.
Hemos leído que de vez en cuando organizas retiros para otros compañeros escritores para trabajar sin distracciones. ¿Cómo están organizados estos «refugios para escritores»? ¿Qué beneficios sacáis de ellos?
Me considero muy afortunado por tener un montón de amigos escritores, y de vez en cuando necesitamos escapar de la ciudad para poder escribir. Es una mezcla perfecta: teclear mucho durante la mañana, y aprovechar la noche para pasarlo bien, charlar y beber vino.
Has escrito varias novelas en colaboración con otros escritores. Rachel Cohn es la más frecuente. ¿Qué es lo que te gusta de trabajar con ella? ¿Tenéis algo nuevo planeado?
Lo mejor de escribir con Rachel es la energía que sacamos el uno del otro, y la manera en la que nos apoyamos el uno en el otro para seguir adelante. Ahora mismo, ella esta escribiendo una tetralogía (que es impresionante y empieza con la novela Beta)... pero con un poco de suerte, cuando termine, me encontrará esperando al otro lado.
Si pudieras elegir cualquier escritor, vivo o muerto, ¿a quién escogerías para escribir una novela?
Aparte de los autores con los que ya he trabajado, sueño con escribir una no- vela con Libba Bray. Y a veces los sueños son realmente inapropiados.
También tienes una colaboración hecha con un fotógrafo: Every Me, Every You, una combinación de fotos y texto. ¿Cómo fue la experiencia? ¿Cómo os organizasteis para trabajar?
Fue realmente revelador: Jonathan me daba las fotos de una en una, sin saber qué estaba escribiendo y fui extrayendo una historia a partir de ellas. De alguna manera, todas las colaboraciones son un reto, y me encantó el que esta me planteó. Como resultado pude crear algo que nunca, jamás, habría escrito yo solo.
La identidad sexual en la literatura juvenil es, al mismo tiempo, un tabú y una demanda. ¿Cuál es tu opinión sobre la situación del género LGBT en la literatura juvenil actual?
Ya no es un tabú, gracias a Dios. Al menos no para la inmensa mayoría de los adolescentes. Creo que es una de las muchas verdades que debemos intentar contar.
En tu nuevo libro, Cada día, A, el personaje principal, vive una vida compleja cambiando de cuerpo cada mañana. ¿Quéoportunidades viste en esta idea tan original?
Fue intelectualmente muy estimulante tener un personaje que no tiene una identidad como tal. Es decir, un ser sin sexo, sin raza, sin padres, sin amigos... todo con lo que normalmente identificamos a una persona. Me hizo tener que buscar la esencia de lo que hace que una persona sea una persona: el interior. Y a partir de eso dejé crecer al personaje y la historia.
En Cada día se tratan muchos te- mas que incumben a los adolescentes como la inseguridad de la apariencia, las relaciones familiares, el miedo amostrar sentimientos... ¿Experimentaste este tipo de situaciones tú mismo como adolescente o fue más bien el resultado de un ejercicio de observación?
Es, desde luego, una mezcla de ambas. Parte de lo que le pasa a A lo experimenté de adolescente (o incluso lo experimento ahora). Otras experiencias están puramente basadas en lo que he visto o en la intuición.
A despierta cada mañana en un nuevo cuerpo en un radio de varios cientos de kilómetros. ¿Has pensando en continuar la historia presentando otras situaciones en otros países?
¿He pensado en ello? Sí. ¿Lo haré? El tiempo lo dirá.
Como editor y escritor para y sobre gente joven valoramos mucho tu opinión. ¿Qué títulos de juvenil, nuevos o viejos, recomendarías a nuestro equipo?
Endangered de Eliot Schrefer, Ask the passengers de A. S. King, The Disenchantements de Nina La Cour... y podría seguir, pero voy a parar ahí.
¿Qué puedes contarnos sobre Invisibility, tu nuevo libro en colaboración con Andrea Cremer?
Mi personaje es un chico que ha nacido invisible. Claramente, esta es mi fase de personajes incorpóreos.
Nick y Norah. Una noche de música y amor se convirtió en película en 2008. ¿Cuál fue vuestro papel en el proyecto?
Ambos, Rachel y yo, estábamos muy emocionados por la película. Y nuestra participación fue la de unos emocionados espectadores.
Eres fundador del sello PUSH cuyo lema es «descubrir las nuevas voces de aquí y ahora». ¿Qué te llevó a crear el sello? ¿Qué intentáis encontrar en PUSH?
Queremos seguir descubriendo nuevos autores y nuevas voces. Porque nunca puedes tener demasiados escritores en literatura, y siempre hay más historias que contar.