A veces es sorprendente lo poco que conocemos a las personas que más apreciamos. A veces, una de esas personas es nuestra mejor amiga y, cuando nos damos cuenta de lo poco que la conocíamos, ya es demasiado tarde.

En esta historia, es Cody la que no llega a tiempo para salvar a Meg. No entiende qué pudo llevarla a poner fin a su vida y, en medio del duelo que le supone su pérdida, necesita respuestas.

Así, cuando viaja a la universidad a recoger las pertenencias de Meg, descubre que hay muchas cosas que no le contó: quiénes y cómo eran las personas con las que compartía piso, o cuál era su relación con el misterioso chico de la guitarra. Y la más importante, qué hace ese archivo encriptado en su ordenador.

¿Qué es lo que ocultaba Meg?

Gayle Forman, autora de Si decido quedarme, vuelve a sorprendernos. Esta vez se trata de Yo estuve aquí, una estremecedora historia sobre el suicidio, la pérdida y el dolor. Pero, ante todo, sobre la amistad y sobre cómo los lazos que unen a las personas perduran incluso después de que estas mueran.

Un ritmo ágil, acompasado perfectamente con los hechos que se suceden, y una narración introspectiva a la par que directa son los puntos fuertes de esta novela. Sin embargo, el estilo de Forman, tan realista como la vida misma, y los personajes de la novela, complejos y con su propia historia, no se quedan atrás. Y todo esto acompañado de una portada envolvente, que capta con exactitud todos los sentimientos de la protagonista y encaja perfectamente con su historia. Por último, me siento en la obligación de avisar sobre los sentimientos que puedan aflorar mientras lees Yo estuve aquí. Es normal: parece ser que Gayle tiene el talento de emocionar.

Esto es todo lo que puedo decir. Lo demás debes descubrirlo por tu cuenta, como Cody.