En todas las historias hay un héroe, un villano y un misterio que resolver. Al menos eso es lo que ha creído Wink toda su vida. Con el pelo rojo y sus libros sobre eventos paranormales, se ha ganado el sobrenombre de «Salvaje» por parte de los habitantes de su pueblo. La reputación de su familia siempre ha sido conocida, aunque no de la forma en la que a ella le gustaría, puesto que sigue esperando a que su historia comience.
Es entonces cuando Midnight se muda a la casa de enfrente. Desde el principio Wink ve en él al héroe que tanto ha estado buscando, pero lo único que Midnight quiere es olvidar a Poppy de una vez por todas. Con su apariencia de muñeca frágil, Poppy está acostumbrada a conseguir todo lo que se propone sin esfuerzo, y sabe que ese verano no será una excepción: está dispuesta a retener a Midnight a su lado cueste lo que cueste.
Con Wink, Poppy, Midnight, April Genevieve Tucholke consigue que tanto una trama tan recurrente como un personaje con el corazón dividido sea algo totalmente innovador. Narrado desde los puntos de vista de los tres protagonistas, logra que el lector forme poco a poco su opinión sobre ellos, pues en cada capítulo el personaje solo da la información necesaria para que los hechos parezcan ser lo que no son.
Y es que en esta novela nada es seguro, ni nadie es quien parece ser. Mezclando el mundo real con el fantástico, la autora crea una atmósfera de misterio en la que el lector, al igual que los personajes, duda de todo, lo cual lo empuja a seguir leyendo hasta conocer la verdad. Y no solo sobre la trama, sino acerca de cada persona que se ha visto involucrada en ella.