«Todos los niños, excepto uno, nacen».

Así empieza la historia del pirata más buscado del Imperio Británico. Conocido como «el joven lord», «el descalzo» o «el príncipe de los mares». Este temido personaje no es otro que James Fry, hijo ilegítimo del rey George IV y víctima de una trama que le obliga a él y a su madre a huir a las Indias Orientales. Es en la ciudad de Trivandrum, entre palmeras y el ajetreo del mercado, donde se forjó su leyenda.

Aunque puede parecer otra vuelta de tuerca del clásico de J. M. Barrie, Peter Pan, no lo es ni por asomo. Lo cierto es que estamos ante una historia de aventuras y piratas protagonizada por un personaje carismático y lleno de fuerza, a quien conoceremos desde su más tierna infancia hasta el final de su vida.

No hay hadas ni niños voladores, pero si leemos entre líneas podremos identificar quiénes representan a cada personaje de Peter Pan, y nos llevaremos más de una sorpresa al reconocerlos. Pero, sin duda, lo mejor de esta novela es el exhaustivo trabajo de investigación que hay detrás de ella y la cantidad de referencias históricas, que otorgan a La verdadera historia del capitán Garfio ese halo de autenticidad. Una autenticidad que, al llegar al final, te obligará a replantearte el origen de Peter Pan.

La novela tiene un ritmo ligero y ágil, y la narración de P. D. Baccarlario te atrapa, sin usar florituras ni extenderse innecesariamente en detalles superfluos a la historia, convirtiéndose en una magnífica lectura.

En El Templo tenemos claro con quién nos quedamos. ¡Larga vida al capitán Garfio!