August tiene veintitrés años y acaba de mudarse a Nueva York, donde pretende acabar su carrera universitaria. Ha cruzado de un estado a otro de forma impulsiva, por culpa de un cuestionable anuncio en el que se buscaba a un compañero de piso. Está desesperada por encontrar un lugar al que poder llamar hogar.

El primer día de clase, toma la línea Q del tren. Cuando entra en el vagón, choca con un desconocido que le mancha la ropa de café. Entonces una chica le tiende su pañuelo sin dudarlo y el día mejora automáticamente. De hecho, mejora tanto que no puede quitársela de la cabeza… Por suerte y por desgracia, se la encuentra todos los días: la misteriosa chica está atrapada en el vagón de tren en el que se conocieron.

Una última parada es la esperada nueva novela de Casey McQuiston, autora del best-seller internacional Rojo, blanco y sangre azul. En ella encontramos elementos familiares: unos personajes que se sienten aislados e incomprendidos a pesar de estar rodeados de gente, la sexualidad adolescente y la vuelta de tuerca a los clichés.

Esta obra tiene un elenco de lo más diverso. La autora refleja distintas culturas, religiones, sexualidades y géneros. Podemos verlo sobre todo en los compañeros de piso de August: Niko, Myla y Wes, que se convertirán en un gran apoyo… y en una nueva familia.

El romance es un pilar fundamental. Al fin y al cabo, se trata de una historia en la que dos chicas se enamoran a lo largo de muchos viajes en tren. El anhelo, la sexualidad, la virginidad… Todos estos temas están tratados desde un punto de vista tierno y natural, con cierto toque didáctico. Casey McQuiston escribe sin tapujos ni florituras sobre el aprendizaje de lo que quieres y lo que te gusta, sobre el deseo y las necesidades de cada pareja.

Los libros de McQuiston son un recordatorio continuo de que, si aún no has encontrado un lugar en el que sentirte como en casa o personas a las que llamar familia, tarde o temprano lo harás. De todos modos, no estarás solo en el camino.

Una última parada es una historia de amor con toques fantásticos, pero también es un homenaje a la comunidad LGTBIQ+ y a sus activistas. Aunque el pasado haya sido triste, duro y no podamos cambiarlo, historias como estas nos hacen creer que nos dirigimos hacia un futuro luminoso.