“-Me estoy muriendo –dijo la voz.” Esa frase, pronunciada a través del teléfono por un desconocido que está suicidándose, marcará un punto de inflexión en la vida de Dusty, una adolescente que vive con su padre, actualmente en paro, y que atraviesa una mala racha desde que su madre les abandonó a ambos, cambiando todo su mundo para siempre.
Ésa es la “última llamada” a la que hace referencia el título en español, ya que su título original Frozen fire, más enigmático, sólo se entiende tras la lectura de esta novela, la quinta que se publica en España de este autor, Tim Bowler, poco conocido en nuestro país, pero que goza de un gran prestigio en su Inglaterra natal. Sus otros libros editados en castellano son: El chico del río (Edelvives), Sombras y El buscador de estrellas (ambos en SM) y Apocalypse (Ediciones B).
La trama de esta novela supera a la mayoría de los thrillers de Hollywood. Hay suspense, intriga y misterio; la acción es trepidante, ya desde la primera página hasta su sorprendente final. Lo habitual en este tipo de novelas es que los personajes sean muy planos y estén al servicio de la historia, cosa que, sin embargo, no ocurre aquí. Los personajes están muy bien perfilados y perfectamente definidos: Dusty es una chica creíble, realista y muy alejada de las tópicas heroínas inmaculadas. En su camino por desentreñar los misterios que rodean al misterioso muchacho que le llamó en esa fría noche descubrirá algunos hechos relacionados con su familia y con la desaparición de su hermano.
No podemos irnos sin antes advertir que hay un elemento sobrenatural en la novela, perfectamente integrado en la trama de carácter más realista. Desvelar la naturaleza de la misma sería, por lo menos, alta traición. Tendrás que leer esta trepidante novela si quieres descubrirlo por ti mismo.
Si algún día esta novela se adapta a la pantalla grande, esperamos que sea M. Night Shyamalan el director elegido, porque hay momentos en que a uno le parece estar dentro de una de sus películas.