Treinta millones de habitantes conforman la ciudad de Maximum City. Bajo el yugo de los pocos que están en el poder, la libertad de expresión se ve castigada y vetada. Solo unos pocos periódicos clandestinos se atreven a informar de los problemas que sufren la ciudad y sus habitantes.

Ese es el caso de Typos, un diario prohibido formado por jóvenes estudiantes de periodismo que están decididos a sacar a la luz la verdad sobre esta ciudad llena de mentiras y corrupción. Los suburbios son sus únicas fuentes: chicos de las alcantarillas que informan a través de soplos y avisos, patrullan las calles y venden la información.

Pero Typos tiene un enemigo imbatible: el Laboratorio. Los miembros de esta organización gubernamental no dudan en disparar y, tras la última redada a su centro de operaciones, el cabecilla del periódico saldrá gravemente herido. Las cosas cada vez se ponen más difíciles para los miembros de la redacción de Typos cuando, de repente, una llave de datos aparece en medio del campus con información de interés. ¿Se atreverán a publicarla? Y sobre todo: ¿por qué la persona detrás de este soplo parece conocerlos tan bien?

Gracias a su ambientación futurista y llena de misterio e intriga, Seth Lear, o mejor dicho, la persona que se esconde detrás de este apodo (puesto que Seth Lear es uno de los protagonistas de esta historia), consigue crear una atmósfera de suspense que te hace sospechar de todos los personajes.

No es difícil sentirse identificado con la causa de estos estudiantes de periodismo, que usan la prensa como mecanismo liberador y empoderador del pueblo. El punto más flojo de la novela es lo mucho que tarda en explicar el nuevo orden mundial bajo el que viven los protagonistas, y en presentar a su principal enemigo. Pero esto se suple con mucho ritmo, mucha acción y unos personajes cuidados que nos hacen empatizar de lleno con la lucha de Typos.

Sin más nos despedimos, animándote a entrar en las calles de Maximum City, antes de que los secuaces del Laboratorio se den cuenta de que recomendamos propaganda antisistema.