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Por trece razones
Jay Asher

Ambar
Reseñas de novedades El Templo#9 (abril 2009)
Por Pablo C. Reyna (Cronista)
119.355 lecturas

No es que las listas de los más vendidos sean el mejor de los avales, pero Por trece razones ha llegado a los puestos más altos en los puestos del New York Times y la edición española se cuela en las librerías con una discreción intrigante, quizá motivada por su recién estrenada editorial Ámbar. Ni siquiera en nuestra redacción, centro neurálgico del cotilleo editorial juvenil, estábamos enterados de su existencia hasta que salió publicado un artículo en El País. Pero dicho y hecho: una vez conocimos de este “conmovedor relato sobre la necesidad de la verdadera amistad”, fue un flechazo instantáneo. Con los deberes hechos, podemos decir que está a la altura de su fama.

Y es que no es una historia común. No hay vampiros, ni dragones, ni fantasmas. O fantasmas sí, pero no en el sentido estricto, sino en uno más realista y por lo tanto, más aterrador: Hannah, una adolescente estadounidense, se ha suicidado, pero eso no le quita protagonismo. De hecho, acapara toda la atención del relato desde las cintas de cassette en las que ha grabado las trece razones por las que no quiere seguir en este mundo.

Clay Jensen recibe sin esperárselo este testimonio póstumo. Viene por correo, en una caja de zapatos, y no trae remitente. Sólo necesita escuchar el primer minuto para entender de qué va el asunto: “Es un juego muy sencillo: primero las escuchas, luego las pasas”. Y una buena razón para no destruirlas: si la cadena se rompe, el contenido de los cassettes se hará público y las trece personas protagonistas no podrán hacer nada para que todo el mundo conozca su culpa.

Una a una, Clay va desentrañando los motivos que le llevaron a Hannah al suicidio a través de las trece caras de las cintas. Es un grito desesperado a la amistad, con los penosos resultados de hacer caso a los rumores malintencionados. Con las palabras de la protagonista, poco a poco vamos descubriendo las razones, las trece razones, y cómo los gestos más inofensivos pueden resultar fatales cuando alguien se va acercando lentamente al abismo. Hannah no vive un secuestro, ni una violación. Su vida, vista desde fuera, no parecía atisbar semejante desenlace. Pero hay que acercarse a su corazón, desde el frío altavoz del radio-cassette, para comprender que el efecto mariposa puede provocar estragos. Ni siquiera es una defensa del suicidio, aunque el libro puede provocar todo tipo de impresiones. ¿Acaso no es ese un objetivo, lícito, crear discrepancias entre los lectores? Jay Asher, desde un estilo rápido y sin ahondar en descripciones, no hace ningún intento de convencer o justificar: eso lo deja en manos del lector, que decidirá por sí mismo si Hannah fue valiente o egoísta, pero no hasta que haya descubierto una por una todas las piezas del puzzle que comprenden la fotografía de su suicidio.

Acompañando a Clay en su paseo por la ciudad visitando los lugares claves de la vida de su vieja conocida, la pregunta se repite una y otra vez: ¿por qué ha recibido él las cintas, y qué razón le daría a Hannah para que terminase con su vida? ¿Es justo lo que reprocha a todos los demás? ¿Cómo podrá mirar al rostro de todos los que salen salpicados con tan macabro epitafio?

Por trece razones no es un libro amable. Tampoco se puede decir que se trate de una historia bonita. Es más bien un relato duro, apasionante pero duro, que nos acerca a la mente de quien no quiere seguir viviendo. Hannah no es tan distinta a la gente de la calle: de hecho, cualquiera de sus vivencias podría haberte ocurrido a ti, o conocerás a varias personas que hayan pasado por lo mismo. Resulta escalofriante el retrato humano de la suicida, acostumbrados como estamos a contemplarlos como seres perturbados y desquiciados. Sirvan los siete cassettes para que no vuelva a ocurrir; tiéndele la mano a Hannah cuando todavía no ha dado el salto.

¿Qué opinan nuestros lectores?
Clara
2012-08-28 15:17:22

Este libro me llamó mucho la atención por la situación que plantea, y puedo decir que no decepciona. Te pica enseguida la curiosidad, es muy difícil dejar de leerlo. Como dice la reseña, lo mejor es que te das cuenta de que "el efecto mariposa" está presente constantemente en nuestras vidas, una pequeña acción puede tener grandes consecuencias para otra persona sin que te des cuenta. El ambiente de instituto y los personajes están muy logrados, tanto que al final terminas sintiendo pena y rabia por la muerte de Hannah, aunque desde el principio sepas que ocurre. El estilo, mezclando la narración de Hannah con los pensamientos de Clay, y los duros sucesos que llevaron a la chica al suicidio con anécdotas del grupo de conocidos y amigos de ambos hace que se lea muy rápido y que no resulte tan duro como puede parecer por el tema que trata en un primer momento, al menos en mi opinión.

Mercedes Carrasco
2014-11-29 16:13:21
El libro es bastante bueno, porque se acerca mucho a la mente de una suicida, y cómo pequeños problemas se convierten en grandes cuando no tienes el apoyo de nadie, ni siquiera de tu familia. Gracias por la reseña.
@aylin_martinsom
2015-02-14 05:13:51
Me fascina yo he leído cosas así, pero esto es hermoso
Ana
2015-10-07 06:25:04
Este libro me gustoló y no me gustó
me gustó porque como dices es muy entretenido, es interesante, pero en verdad no consideré ninguna de las 13 razones como motivos de suicidio, creo que hay personas que sufren bullying de formas mas duras y crueles y aun así siguen con sus vidas pero bueno, esto tiene que ver con la fortaleza de cada quien, a parte era una adolescente y se supone a esta edad todo se magnifica...
Aún así, no veo por qué culpar a 13 personas de su suicidio, incluyendo a aquellas que simplemente no la hicieron cambiar de opinión porque no intuyeron lo que pensaba hacer. El mensaje está claro, debemos pensar en las consecuencias de los actos que tenemos hacia otra persona, de que manera puede repercutir en su vida. Definitivamente esas 13 personas cambiarán su mentalidad después de esto pero aún asi no veo la culpa en ellos, no fueron buenas personas, pero tampoco la acosaron diariamente como para asfixiarla, ella solo estuvo rodeada de malos momentos, malas personas y confió en quien no debía ya
Liz
2017-04-10 04:48:00
El libro es uno de los mejores que he leído hasta ahora. Las personas no saben cómo una palabra puede herir a alguien. El libro no es entretenido, sí impactante, ¿cómo la gente no se dio cuenta? A lo mejor creen que las razones no fueron válidas, pero cada cuál recibe los golpes de manera diferente.
María
2017-04-21 00:59:14
El planteamiento del libro es bueno, pero en momentos es muy confuso y te deja pensando en lo que harías si recibieras unas cintas de alguien que se quitó la vida, creo que todos deberían leer el libro para ayudarnos a entender la forma en la que hemos sido acosados o en las ocasiones en las que nuestros comentarios pudieron herir a alguien y sobre todo a estar alerta.
Lucia
2017-04-26 19:04:51
Supongo que haber visto la serie antes de leer el libro me ha condicionado bastante. Pero debo decir que, así como la serie me apasionó y me dejó absolutamente marcada por la historia, el libro me decepcionó con igual intensidad.
La historia del libro es absolutamente llana y aburrida. No hay perspectiva; solo la voz de Hannah y alguna que otra acotación de Clay. No hay interacción con los otros personajes, los cuales carecen de forma o desarrollo. Justin, Courtney, Sheri, Tyler...No son más que nombres en una grabacion. No tienen historia, no tienen motivaciones ni perspectiva. No se entiende que los mueve, que los lleva a comportarse como lo hacen, perjudicando a Hannah en el proceso. No habla del suicidio, no habla de depresión, no habla de abuso como se debe hablar. Había escuchado tantas cosas geniales del libro que me he llevado una sorpresa muy amarga. La serie es tremendamente mejor.
Jeny Mero
2018-06-12 02:14:18
13 reasons why. Es un libro tan realista... narra los sucesos de la vida real, vida que muchas personas en este instante están sintiendo, aquellos sucesos de los cuales son esclavos. Hay miles de Hannas alrededor del mundo. Algunas de ellas no cuentan con el apoyo necesario. Es por esto que este libro nos enseña la verdad sobre aquellas historias y no se trata para nada de un cuento o una suposición de lo que sería un suicidio, te muestra la verdadera cara de la moneda. Y nos enseña que podemos ayudar a otros como quizás a Hanna Baker le hubiera encantado.
Muchos somos ese Clay Jensen que trata de ayudar pero a veces no es suficiente.
Muchos somos ese Clay que trata de ayudar y puede que lo consiga. Muchas veces se calla por miedo. ¡Y no debemos hacerlo!