Algo pasó para que el corazón de Simone se rompiese y empezase a escribir en su diario entradas dirigidas a su tocaya Simone de Beauvoir y a pegarlas en la pared de su habitación como una historia que la envolviese y no le permitiese respirar. Ahora es Simone quien habrá de romperle el corazón a Marc. Y es que cuando te han hecho daño, lo último que quieres es que vuelvan a hacértelo. Por eso Simone decide cortar por lo sano.
Pero Todo lo que sé sobre un corazón roto no es una historia de amor al uso. Es una historia de autodescubrimiento. Una novela de personajes perfectamente delineados: desde el abuelo de Simone y su miedo al olvido hasta Roma, la hermana de la protagonista, y su temprana madurez; pasando por Meiling y Guille, las dos mejores amigas de Simone, y su no siempre ideal amistad. Sin olvidar a la propia Simone que, pese a haber sido expuesta, no ha dejado de lado quién es y qué es lo que quiere. Y por último Marc, el chico que no quiere ser visto y que demuestra que una masculinidad diferente es posible.
Daniel Ojeda nos sorprende con una historia donde cada línea cuenta, en la que los personajes son quienes definen la trama. Puede que utilizar a Simone de Beauvoir resulte algo pretencioso pero, en realidad, está muy en la línea del mensaje que el autor pretende dar con la historia de Simone y las decisiones que esta toma.
En este segundo libro, el escritor de Cómeme si te atreves ha conseguido encontrar la forma en la que sacar el mayor provecho a su prosa. Escribiendo una novela compuesta de capítulos pausados y poblada de personajes que no lo hacen todo bien o mal, que se quieren y se hieren sin muchas veces pretenderlo.
Todo lo que sé sobre un corazón roto es una historia realista capaz de sorprender y cautivar a muchos. Arriésgate, lector, a que Simone te rompa el corazón y te lo vuelva a reconstruir pedacito a pedacito con sus delicadas manos de artista.