Jule siempre quiso ser como ella.

Imogen. La chica de la que todos querrían ser amigos. Inteligente y carismática, la joven multimillonaria lleva la vida que quiere, sin pensar en el dinero o en el futuro. Jule, en cambio, no puede permitirse esos lujos.

Sí, la historia de Jule es también la historia de Imogen.

Jule querría llamarla, pero no puede. Como tampoco puede llamar a Paolo.

Un mes antes, Jule estaba en Londres, comiendo en buenos restaurantes y paseando por la ribera del río. Antes, San Francisco. Y antes de eso, Puerto Rico, Massachussets, Nueva York…

Ahora, tiene que volver a huir. La simpática mujer que conoció en el hotel de México donde se aloja parece ser una agente federal y por nada del mundo permitirá que la cojan. Sus músculos y su camaleónica forma de vivir la ayudarán en su nuevo destino.

Siempre sola.

Traición, asesinato, desamor… Todo es mentira es un thriller con una muy buena premisa pero con un desarrollo que se queda en lo conocido. Aun con ello, la novela cumple las expectativas si lo que buscas es misterio, acción y una estructura narrativa algo distinta.

Como hemos visto muchas veces en el cine, la narración de la novela va al revés: comienza en el presente y, yendo hacia atrás en el tiempo, va desvelando poco a poco la historia de Jule. Una historia llena de mentiras, engaños, codicia y libertad.

Los temas recurrentes en la obra de E. Lockhart vuelven en Todo es mentira. Vemos la soledad, la búsqueda incansable de libertad y su crítica a la polaridad de la sociedad estadounidense y sus marcadas clases sociales. La autora más mentirosa nos vuelve a engañar con una novela ágil y adictiva que podría haber sido más original y contar con un final menos dilatado, pero que resulta disfrutable y misteriosa de todas formas.