Para conseguir la cajita de yesca, debes atravesar tres habitaciones. La primera está llena de monedas de bronce; la segunda, de monedas de plata, y la tercera, de oro. En cada habitación encontrarás una bestia mayor que la anterior, pero si logras quitarle el cinturón, se convertirán en humanos. Coge todas las monedas que desees, pero trae la cajita de yesca que hay en la última habitación.

Esas son las instrucciones que recibe Otto Hundebiss, que en ese momento desconoce la magia que encierra la cajita de yesca. Sin embargo, la «tinderbox» (de este nombre viene el título) reaparece siempre en su bolsillo y pronto descubre que puede concederle todo lo que desee. Y no solo eso: sus deseos se cumplen gracias a las tres bestias a las que se ha enfrentado antes, que son precisamente los tres hermanos de la bella Safire, a quienes ha prometido liberar.

El argumento parece propio de un cuento de hadas, y así es: Tinder está basado en uno de los cuentos de Andersen que más evoca a las narraciones populares: La cajita de yesca. La influencia se nota no solo en el argumento sino también en la ambientación, fascinante, rica en detalles y a veces terrorífica.

Sally Gardner logra atrapar al lector desde el principio gracias a su maravillosa forma de expresarse. «My name is Otto Hundebiss. I was born in war, raised in war; in war I lost my family».

La novela tiene un argumento complejísimo, lleno de traiciones, maldiciones, amor prohibido y misiones arriesgadas. Cualquier giro en la trama es posible porque, como todo el mundo sabe, el final feliz no está garantizado en los cuentos de Andersen.

Tinder es una novela difícil de encasillar y, por lo tanto, de catalogar y vender, pero ideal para los que buscan una lectura diferente y de calidad.