Un mundo donde el Imperio Británico no ha caído y lo victoriano no ha pasado de moda. Un lugar donde se combinan los debuts en sociedad y la tecnología genética más avanzada. Esta es la realidad que nos presenta That Inevitable Victorian Thing. La reina Victoria I comprendió que el futuro sería mucho más brillante si aprendía a abrazar las diferencias de los países que gobernaba en vez de tratar de subyugarlos. En esta sociedad, el racismo, la homofobia o el machismo son temas del pasado. La propia realeza está formada por matrimonios entre familias relevantes de todos los dominios británicos.
Esta nueva versión del Imperio Británico se muestra a través de las experiencias de Victoria-Margaret, Helena Marcus y August Callaghan. La primera es la heredera al trono, descendiente de la reina Victoria I. Muy pronto deberá dejar atrás la poca libertad que tiene y casarse con aquel que el programa de emparejamiento genético considere que es más adecuado. Sin embargo, antes de que eso ocurra, Margaret tendrá la oportunidad de disfrutar un último verano en el anonimato y experimentar, al fin, su debut en sociedad. Específicamente, en Toronto. Allí conocerá a Helena, hija de una de las genetistas más relevantes del país, y a August, un joven heredero del negocio de su familia. Entre fiestas del té y bailes en sociedad se darán cuenta de que el lazo que se ha creado entre los tres es mucho más poderoso de lo que esperaban.
La voz narradora es una tercera persona cercana que permite conocer lo que pasa por la cabeza de los tres protagonistas y saber qué piensan de los acontecimientos que van experimentando. Además, al tener los tres puntos de vista, se puede apreciar cómo los secretos que cada uno guarda y que mueven la novela van evolucionando. Un pequeño inconveniente del libro es que a la trama le cuesta arrancar, pero con los dos últimos tercios, mucho más dinámicos, se compensa la lentitud del primero.
Al final, That Inevitable Victorian Thing es exactamente eso: un regusto victoriano en cada escena que la autora presenta, página tras página, mostrando un mundo tan rico como complejo. La novela cuenta con una representación LGBT+ importante y que se agradece, dándole el toque de gracia a un libro romántico lleno de escenas adorables y perfecto para una tarde de lluvia.