Zahra lleva quinientos años encerrada en la lámpara, en las ruinas de la ciudad donde, a ojos de los demás genios, cometió su traición. Hasta que un día, un muchacho llamado Aladdín encuentra un anillo mágico que le conduce hasta ella. Aunque quizá la palabra correcta no sea «encuentra», sino más bien «roba», y nada menos que al visir.
Cuando coge la lámpara, se activan las trampas de la prisión de Zahra; Aladdín y ella logran escapar solo para verse rodeados por el hijo del visir y sus hombres. Pero cuando el muchacho tiene la oportunidad de desear la muerte de sus enemigos, decide cambiar de deseo y, simplemente, huir. Es a partir de esta primera muestra de humanidad cuando empieza a ganarse el respeto de Zahra, una yinn muy peculiar, pues siempre ha sentido más empatía por los humanos que por sus compañeros genios, que son poderosos e inmortales, pero crueles.
Sin embargo, no ha sido casualidad que Aladdín encontrase el anillo. Narduja, el rey de los genios, tiene un trabajo para Zahra y, a cambio, le ofrece la libertad. La yinn acepta sin dudarlo, aunque cada día le cuesta más llevar a cabo su misión; haga lo que haga, terminará traicionando a Aladdín.
Partiendo del cuento de Aladdín en su versión más Disney, Jessica Khoury teje una historia donde las mujeres tienen mucho más peso. Su primera decisión habla por sí sola: hacer que el genio sea una chica. Además de Aladdín y de Zahra, las protagonistas son Roshana, la gran reina del pasado, y Cáspida, su descendiente y princesa de Partenia, y son las acciones de estas tres mujeres las que determinan el futuro de su país.
La mitología de esta Arabia fantástica está muy bien pensada y explica la creación y el auge de los genios hasta llegar a la situación del libro, en la que todos los países rinden tributo a Narduja salvo Partenia, que aún ofrece resistencia.
Otro de los pilares de la novela es el romance. La química entre los protagonistas se siente desde el principio y su relación se construye de manera verosímil. La autora sabe cuándo ser sutil, cuándo más explícita, y cuándo jugar al despiste para mantener al lector enganchado.
Si te gusta la fantasía y la mitología oriental, frota la lámpara y piensa: ¿qué desearías de un retelling de Aladdín?