Las riñas continuas entre sus padres, la desilusión de su hermana y los silencios han convertido la casa de Teo en el escenario de una guerra cada día más insoportable. A sus ocho años, Teo decide refugiarse de estas disputas cotidianas en un libro que narra la vida de Napoleón Bonaparte. Descubre en el militar francés a un personaje heroico, invencible y digno de admiración.
Ante la situación que viven sus padres, Teo tiene cada vez más claro que lo que más quiere en el mundo es devolver la felicidad a su familia; tanto es así que decide convertir este deseo en su propia batalla. Sin embargo, se trata de una batalla difícil de ganar, tan difícil que Teo decide que el único que puede ayudarlo es el mismísimo Napoleón. Es cierto que Napoleón está muerto, sí, pero Teo no va a dejar que un detalle como ese lo frene.
Teo es un homenaje a los niños y a su forma sencilla y sin complicaciones de vivir. La novela plantea de forma muy sutil la imaginación y disposición de Teo como contrapunto a esos adultos que parecen perder todas sus batallas y que se rinden con facilidad.
De esta forma, el lector acompaña a Teo en su travesía, una batalla entre la inocencia de la infancia y los grandes problemas e interrogantes de la vida adulta. Con la imaginación como única arma, Teo afronta conflictos como la separación de sus padres, la vida, la muerte o la religión desde un enfoque muy interesante por lo bien que está conseguida la visión del mundo desde los ojos de un niño de ocho años.
El resultado de todo ello es una novela intensa por sus planteamientos pero también ligera por sus capítulos cortos y por el estilo de su autora, sencillo y acorde a la voz de un niño. Si te apetece leer algo distinto, Teo es tu libro.