Todos sabemos quién es Tarzán. Durante nuestra infancia (y algunos en su vida adulta, para regocijo de sus amigos) hemos imitado el grito del hombre mono que tan bien conocemos de las múltiples adaptaciones que se han hecho de la saga de Burroughs. Pero muchos solo sabemos lo esencial de la historia de este singular personaje, así que repasémosla para los que no.
John Clayton, Lord Greystoke, y su esposa Alice, embarazada de su primer hijo, viajan a unas aldeas africanas bajo el mando británico para apaciguar a los nativos. Durante su travesía en barco los marineros se amotinan, y el cabecilla los abandona en tierra, pero no los mata por una deuda de honor que contrajo con Lord Greystoke. La pareja consigue sobrevivir en tierra salvaje, pero Alice muere al año de dar a luz.
Paralelamente se nos explica la historia de los manganis (grandes simios). Kerchak, el líder, encuentra por casualidad la cabaña de los Greystoke, mata a Clayton y decide seguir con el pequeño, pero Kala, que había perdido a su bebé durante un ataque de rabia de Kerchak, decide adoptar al pequeño y llamarlo Tarzán, que significa «piel blanca». Así es como empieza la leyenda de Tarzán, el hombre mono.
La novela narra cómo un joven Tarzán se adapta a la tribu de los manganis y cómo descubre que es humano, hasta que alcanza la madurez, que es cuando conoce a Archimedes Porter, a su hija, Jane, y a William Clayton, personajes que seguro te suenan de Disney.
Edgar Rice Burroughs escribió hasta veinticuatro libros con las aventuras del hombre mono. El autor describió al prototipo de hombre perfecto, que nada tiene que envidiarle a Superman: alto, fuerte, atractivo y muy inteligente, Tarzán es un hombre hecho a sí mismo. Las novelas están llenas de aventuras, amores y desamores y todos los peligros que uno puede encontrar en la selva, y más allá. Si veinticuatro te parecen muchos libros, te recomendamos que al menos leas el primero. No te decepcionará.