Tania tiene nueve años y vive en Val de Lumbre, un valle que se encuentra al norte. Muy al norte. Tan al norte que es prácticamente la única niña del lugar. Aunque tampoco es que le haga falta más: ella sola se basta para entretenerse.
Entre sus actividades se encuentran los paseos en trineo por Cerro Chico, la pendiente más empinada y peligrosa de la montaña, los saltos mortales con los esquís y hacer rabiar a Klaus Hagen, que odia a los niños como ella. Su mejor amigo es su padrino Gunnvald, de setenta y cuatro años, y siempre está merodeando por su casita.
La vida en Val de Lumbre es tranquila y helada. Tania es la reina del valle. Sin embargo, cuando Gunnvald tiene que ir al hospital, esa vida llena de rutina y costumbre salta por los aires.
Tania Val de Lumbre es la obra más célebre de Maria Parr, escritora noruega de libros infantiles. También es quizá la más representativa: ambientación nórdica, en la que la naturaleza y el paisaje cobran gran importancia, personajes de carne y hueso y una tierna visión del mundo de los adultos.
Porque este libro también trata sobre los adultos. Tania se está asomando a ese mundo lleno de problemas y malentendidos. ¿Por qué mamá debe pasar tanto tiempo trabajando a kilómetros de casa, con lo enamorados que están papá y ella? ¿Por qué dos personas se pasarían treinta años sin hablarse?
Maria Parr combina un lenguaje sencillo con uno más poético, lo que hace este libro disfrutable a cualquier edad. El personaje de Tania tiene influencias de otros que conocemos bien, como Pippi Calzaslargas y Heidi. La maravillosa edición, a cargo de Nórdica Libros, incluye además ilustraciones a color de la artista Zuzanna Zelej, gracias a las cuales podemos transportarnos al valle nevado y deleitarnos con esos colores y esas luces del paisaje noruego que la autora conoce tan bien.
Tania Val de Lumbre es una historia en la que te apetecerá quedarte a vivir. Y también es una novela para volver, sin importar cuánto tiempo pase.