En la ciudad de Santiago de Chile, al sur de la Alameda, hay un colegio en el que se han encerrado treinta y cinco estudiantes para protestar por las injustas leyes de educación. Este movimiento estudiantil se está repitiendo en muchos otros colegios de la ciudad. Las reformas que piden no nos suenan lejanas ni a ti ni a mí: quieren abaratar los costes de la educación, defenderla como un derecho y no como un negocio.
Nicolás ha decidido participar en la toma del centro. Nunca ha sido el tipo de alumno preocupado por la política, pero viendo cómo estaba la situación del país sintió la necesidad de participar en este movimiento. Bueno, puede que se quedara también un poco por Paula, la chica francesa a la que no quita el ojo desde que llegó al colegio. El problema está en que todos parecen cuestionar la presencia de Nicolás en el encierro y lo hacen dudar de sí mismo.
Durante estos días, Nicolás se acostumbrará al microclima que se ha creado en el colegio, donde los personajes más variopintos se suceden ante sus ojos. Y en medio de todo este movimiento, unos prismáticos observan la toma con detalle desde una casa cercana.
Publicada originalmente en Chile, Al sur de la Alameda llega a España para mostrarnos la conocida como «Revolución pingüina», que toma este nombre por los uniformes típicos de los estudiantes, y que tuvo lugar en Chile en 2006.
Este libro adopta la forma de un diario, en el que su protagonista escribe sus experiencias con un tono cercano y único. Además, a la voz de la autora, Lola Larra, se incorporan las ilustraciones de Vicente Reinamontes, que introduce una segunda voz narrativa, solo que esta vez serán las imágenes las que hablen por sí mismas.
Lola Larra, a través del diario de Nicolás, hace que viajemos al Chile de 2006 y que nos veamos metidos de lleno en la protesta. Un elenco de personajes muy variados aportan un realismo especial a este diario. Personajes como el Gordo Mellado, el típico chico que pasaba desapercibido durante las clases pero que resulta conocer toda clase de datos sobre los encierros anteriores, Vicente, un pulcro y organizado estudiante que dirige la toma, o Paula, una enigmática, inconformista y ávida lectora, serán los que hagan florecer todos esos pequeños detalles que pasan desapercibidos en el día a día, y que encontramos cuando nos paramos a conocer a las personas sin el filtro de la cotidianeidad.
La novela, que se lee muy rápido, constituye una lectura necesaria a la vez que distinta, presentando una voz narrativa original, muy cercana y con la que te podrás identificar.
Que no te recorten tus derechos, apúntate este libro y deja que despierte tu espíritu revolucionario.