La llamada «guerra de las Esporas» ha diezmado la población mundial, matando principalmente a todos los que tenían entre veinte y sesenta años. Esto ha provocado que muchos niños y adolescentes huérfanos, llamados «starters», se vean obligados a malvivir en la calle buscando cualquier cosa que llevarse a la boca e intentando dar esquinazo a los «enders» para que no les metan en ninguna de las instituciones que se ocupan de los chicos como ellos. Los «enders» son los ancianos que sobrevivieron, pero no son unos ancianos cualesquiera: la tecnología ha avanzado tanto que pueden vivir más de cien años y tienen un aspecto joven, aunque su cabello blanco los delata.

Callie es una de esas «starters» que vive como una vagabunda en la ciudad. Tiene un hermano pequeño enfermo y, aunque cuentan con la ayuda de un antiguo vecino de su barrio, necesitan dinero para pagar las medicinas y conseguir un lugar mejor donde vivir. Por eso Callie acude a Destinos de Plenitud, un lugar donde podrá alquilar su cuerpo a los «enders» que quieran sentirse jóvenes de nuevo. Aunque la idea de que la mente de un anciano controle su cuerpo no le hace gracia, acepta el trato. Pero cuando el alquiler está en marcha empiezan los problemas: Callie vuelve a su cuerpo antes de tiempo, desplazando a Helena, su arrendataria, con la que puede comunicarse brevemente. De esta manera Callie descubre que la «ender» no es trigo limpio, por lo tendrá que averiguar qué se trae entre manos... sus manos, concretamente.

Starters empieza de una manera un tanto confusa, pero es normal al tener que presentarnos una nueva sociedad tan distinta a la nuestra. Lissa Price narra muy bien la historia y devoraremos las páginas casi sin darnos cuenta, manteniéndonos en vilo con los giros en la trama, pero el final flojea por la brusquedad con que lo resuelve.

La historia estará contada en primera persona por Callie, quien llevará la voz cantante durante la mayor parte de la novela, y los personajes secundarios no serán más que eso, secundarios. Todo el peso de la trama recae sobre ella, por lo que a veces nos quedaremos con ganas de saber más sobre el resto de personajes. Lo mismo ocurre con el trasfondo de la novela: la misteriosa «guerra de las Esporas» de la que apenas sabemos nada. ¿Quién la provocó y por qué motivo? Esperemos que Enders, la segunda parte que aparecerá en inglés a finales de año, resuelva nuestras dudas y aporte algo de profundidad a esta historia, que por lo demás merece mucho la pena.