¿Que te apetece leer?
Cuéntanos qué quieres leer y el Recomendador te dirá qué libros encajan con tus preferencias.

Los soldados no lloran
Rindert Kromhout

SM
Reseñas de novedades El Templo#32 (febrero 2013)
Por Carlota Echevarría
6.147 lecturas

Quentin ha tenido una infancia completamente feliz en un entorno bastante atípico para la época: él y sus hermanos, Julian y Angelica, viven en una casa de campo con su madre, su compañero Duncan y, de vez en cuando, con algún novio de Duncan o con algún otro artista, amigo de la familia. Su padre, que vive en Londres, los visita con frecuencia. Su madre no es otra que la pintora Vanessa Bell, hermana de Virginia Woolf, y su compañero es Duncan Grant.

La infancia idílica de Quentin empieza a resquebrajarse cuando Julian, su hermano mayor, se marcha a Londres para asistir a la universidad. Julian siempre ha mostrado mucho interés por la política y le molesta la actitud de su familia, que está llena de pacifistas. Cuando Julian anuncia que se ha alistado en las Brigadas Internacionales para participar en la guerra civil española, Quentin decide narrar la historia de su peculiar familia.

Quentin y sus hermanos crecen en un ambiente extraordinario, rodeados de algunos de los artistas más importantes de su época, y Los soldados no lloran es como un regalo para el lector: un trocito de ese mundo. Un canto al arte y a la libertad, que se resume en el consejo que les da su padre: «Nunca caigáis en la tentación de hacer las cosas por comodidad. Escuchad lo que os dice vuestro corazón, pensad por vosotros mismos y, si es necesario, luchad por vuestra libertad».

Como telón de fondo está la situación de Europa en los años 30, que el lector redescubre a través de los ojos de Quentin. Las explicaciones, breves y claras, son suficientes para los lectores que aún no conozcan esa parte de la Historia, y no entorpecen la lectura de quienes ya estén familiarizados con ella. Si hay dos temas recurrentes en la literatura juvenil española sin duda son la guerra civil y la Segunda Guerra Mundial pero, al situar la acción en Inglaterra y en la familia de Vanessa Bell, Rindert Kromhout consigue darles un enfoque original que gustará incluso a los que crean que ya han leído todo lo que tenían que leer de este periodo histórico.

Los soldados no lloran es una novela que te atraerá por la particular situación familiar de los protagonistas y quizá también por descubrir algo más sobre artistas como Virginia Woolf, pero sin duda te atrapará por su profundo trasfondo, su delicado estilo y por el optimismo que desprende, incluso en las escenas más duras.