Gemma es una chica de diecisiete años a la que le apasiona la natación y que lleva tiempo preparándose para las olimpiadas; nadar y mejorar sus marcas ha sido su única obsesión en los últimos meses. Tanto que no ha tenido tiempo para pensar en los chicos.
Aunque eso fue antes de empezar a fijarse en su vecino, Álex.
Álex es un chico de dieciocho años responsable y estudioso que conoce los nombres de casi todas las constelaciones; su sentido de la responsabilidad y timidez le han hecho ser algo hermético. Tanto que ni siquiera le ha contado a su mejor amiga que le gusta su vecina.
Algo que puede resultar comprensible ya que su mejor amiga es Harper.
Harper es la hermana mayor de Gemma y desde que tuvieron que internar a su madre en una clínica se ha hecho cargo de la casa y del resto de la familia; cuidar de su hermana y de su padre y prepararse para la universidad han hecho que Harper dé de lado otras distracciones. Tanto que ha olvidado casi por completo lo que es una cita.
Una cosa que no debería cambiar por muy guapo que sea Daniel.
Daniel vive en su propio barco, La Gaviota Sucia, y lleva una vida un tanto desordenada que no le ha hecho ganarse la simpatía de la ordenada Harper, a la que ve cada mañana en el puerto; encontrarse con ella de manera fortuita parece la única forma de interaccionar con la chica. Tanto es así que tendrá que ser a través de estos encuentros como lleguen a conocerse un poco más.
Esta galería de personajes ve sus vidas alteradas el verano en que en el pueblo costero en el que viven aparecen cuatro despampanantes y exuberantes mujeres. Cuando una de ellas se esfuma y unas misteriosas desapariciones de jóvenes empiezan a producirse en los alrededores, el destino de Gemma, la protagonista, quedará marcado para siempre.
Amanda Hocking escribe una primera novela para su saga Canción de Mar bastante entretenida. Si bien es cierto que la parte paranormal del asunto (las sirenas) es, al menos en este primer libro, prácticamente intercambiable con cualquier otro ser mitológico, lo que nos parece interesante de la historia son los personajes. Ni originales ni extremadamente profundos, pero sí realistas y cautivadores.
Si quieres una lectura ligera con algo de amor, sumérgete en las páginas de Sirenas para leer estas historias de amor bañadas por el mar.