Presta atención, mortal, si en una noche despejada decides alzar la vista a las estrellas. Puede que las musas susurren a tu oído los versos de una historia milenaria.
La historia de una amazona sometida por el mismo hombre que destruyó todo lo que amaba; de un dios castigado por un crimen que no cometió. La historia de dos esclavos que nunca debieron serlo; de muchos años de sufrimiento que se escapan en forma de sangre derramada, roja y dorada, y terminan cubriendo sus cuerpos como una armadura. La historia de cómo ni el Olimpo ni el Caos, ni siquiera la propia Muerte pueden entrometerse en el camino de la libertad, si se lucha y se quiere con suficiente fuerza.
La historia de Asteria y la historia de Orión.
Incluso los dioses del panteón, tan ensimismados en su divinidad, fueron capaces de percibir la humanidad de los protagonistas.
Apolo quedó prendado por la forma en que las ninfas, los astros y el propio Mundo cuentan la historia. Se trata de un enfoque original, que nunca se había escuchado en una epopeya como esta y que permite descubrir matices que resultan imperceptibles cuando las musas hablan con las voces de los propios personajes.
Afrodita terminó conmovida por el amor puro y dulce de Orión y por la fuerza con la que Asteria, impulsada por una sororidad implacable, ama a sus hermanas; Artemisa, por el valor de la amazona, una auténtica heroína que demuestra que una mujer no necesita a ningún hombre que la salve.
Zeus admiró en silencio el poderoso mensaje de las acciones de Asteria y Orión, su fe inquebrantable en un mundo mejor; y hasta el mismísimo Hades se quedó de piedra al contemplar el final de sus desventuras.
Si estás lo suficientemente loco como para pasar por alto las recomendaciones de los dioses, mortal, deja que termine de convencerte. Épica; cargada de batallas y reflexiones, de humanidad y de crudeza; con personajes memorables y un mensaje, aunque atemporal, muy necesario en la época que vivimos: así cantan las musas esta historia. Y así será como quede grabada en las estrellas... y en tu memoria.