Río ha cambiado desde la última vez que pisó Ribarrobles, el pueblecito de montaña en el que se alza la antigua casa de sus abuelos y donde sus padres y elle van a quedarse a partir de ahora. Todo es nuevo en este lugar, y Río tiene miedo de que, una vez más, no vaya a encajar. Pronto se da cuenta de que, con la novedad, llega la libertad de ser elle misme. Conocer a la acogedora comunidad que se reúne en el pequeño molino fluvial también ayuda: doña Imperio, Desi y Celinda, que trabajan como profesoras en el pueblo, Krystal y su novia Margot, la tozuda Esperanza y Blanca, en quien Río se fija desde la primera vez que la ve. Pese a que la idílica vida del pueblo parece imposible de interrumpir, un proyecto industrial llega para amenazarla; a ella y a todes les habitantes de Ribarrobles. Río y el resto deberán unirse para intentar evitar que su nuevo hogar sea destruido para siempre.
En esta nueva novela, H. M. Zubieta nos ofrece una historia de resistencia y tenacidad en contra de un río que parece estar a punto de devorar a les protagonistas. A través del punto de vista de Río se nos presenta una narración costumbrista de una aldea aislada del mundo que parece un paraíso en el que le protagonista se siente queride y arropade después de salir de una relación tóxica de la que aún no se ha recuperado. Es precisamente la comunidad del molino al lado del río, profundamente queer y cálida, la que consigue sacar a Río de su concha y mostrarle lo que significa ser aceptade en un espacio seguro.
Gracias a esos personajes secundarios, el libro es mucho más rico y real que si todo el peso recayera sobre los hombros de le protagonista. Doña Imperio, una mujer resiliente y la primera persona abiertamente LGBT+ del pueblo, es una fuerza de la naturaleza que lo transforma y lo mantiene vivo. La bondad con la que Desi y Celinda reciben a Río le cambian la vida de una manera en la que nunca lo hubiera imaginado, y la presencia de Blanca es a la vez un punto de conflicto y un espejo para le protagonista: una forma de ver cuánto ha crecido y cambiado durante el tiempo que pasa en el pueblo. Es cierto que la trama se centra en la amenaza que se cierne sobre el pueblo con el proyecto industrial, pero el alma de la novela está en los personajes, en la forma en la que parecen vivos y arropan a Río en cada página.
Río a contracorriente es para la gente que disfruta de una novela centrada en su elenco y que consigue crear una ambientación que parece respirar por sí misma. Es verdad que no se puede nadar dos veces en el mismo río, pero nunca es demasiado tarde para descubrir el de este libro.