Parece mentira cómo, aunque pasen los años, podemos seguir recordando tan nítidamente momentos clave de nuestra vida; cómo, a partir de unos escasos minutos del pasado, podemos llegar a construir nuestro presente.
Tessa vive anclada en Fayette, aunque haga años que se marchó. Solo piensa en la familia que dejó atrás y no en la que tiene ahora. Le obsesiona el recuerdo del fatídico día que lo cambió todo: la pesadilla que la acecha cada noche y aún así no termina de creerse.
Nada parecía claro: era noche cerrada, ellas eran apenas unas niñas, estaban asustadas... En el juicio por el asesinato de la prima de Callie, ambas aseguraron haber reconocido al asesino. Su testimonio fue vital para meter a Wyatt Stokes en el corredor de la muerte, acusado de ser el autor de la oleada de asesinatos de chicas jóvenes en el condado. Con el Monstruo del Río Ohio entre rejas, todo se calmó. Hasta ahora.
El padre de Tessa, que también cumple condena en la cárcel, enferma gravemente. Aunque no le guarda demasiado afecto, debe volver a Fayette para despedirse de él. No obstante, cuando llega él ya ha fallecido. Es en ese momento cuando descubre que su hermana, desaparecida desde hace años, lo visitó antes de morir.
Decidida a descubrir el motivo de su huida, Tessa sigue la pista a su hermana. Lo que no esperaba era encontrar en el camino a la madre que la abandonó, la amiga que perdió y un nuevo crimen del Monstruo. ¿Cómo es posible, si sigue en la cárcel?
Kara Thomas plantea un escenario de lo más desolador en esta novela, acorde con el tema que aborda: ¿cuál es el precio a pagar por mantener la verdad oculta? La red de mentiras que traza durante las páginas, aunque enmarañada al principio, se va desenredando lentamente de manera que vemos cómo afecta a todos, y en especial a quienes no tienen culpa.
Del mismo modo, el estilo acompaña a la historia con frases crudas y situaciones desesperanzadoras, sin edulcorar la verdad en ningún momento. Puede resultar demasiado pesimista en ocasiones, pero ciertamente no se aleja de la realidad de nuestros días.
Esta es la verdad. Si, como Tessa, estás dispuesto a aceptarla, adelante. Recuerda que, al merodear por Los rincones más oscuros, muchos secretos pueden salir a la luz.