¡Bienvenidos a la gran Carrera Galáctica! Tras cuatro años de espera, los pilotos están listos para participar en la competición que coronará al nuevo Rey de los Cielos.

En esta novela, que bebe mucho del universo de Star Wars, descubriremos a Oz, uno de los muchos huérfanos que trabajan y viven bajo los dos soles que adornan el cielo del planeta Lotus XXI. Un encuentro con un desconocido, que le entrega un cromo de la siguiente edición de la carrera que aún no debería existir, transformará la visión que tiene de su futuro, pues en dicho cromo aparece él como próximo Rey de los Cielos. Junto con sus dos amigos, Kintall y Astorga, tiene cuatro años para construir su nave monoplaza y ganar la gran competición.

Reyes del Cielo nos presenta una mezcla de culturas, ciencia y mecánica que resulta adictiva y confusa a partes iguales. Es una novela donde nos encontramos personajes de todo tipo, diferentes en cuanto a raza y carácter, pero con las ideas muy claras. Oz resalta entre todos ellos, pues es el protagonista, pero personajes como el de Rem, una de sus rivales en la carrera, no deben pasarse por alto.

Otro detalle a destacar es la ambientación. Aunque resulta un acierto la diversidad de la que hace gala, a veces las descripciones terminan siendo meras pinceladas sobre un cuadro que no podemos ver por completo. Sin embargo, aunque ese pequeño detalle desluce un poco el resto de la novela, en general tiene unas explicaciones que ayudan a la historia a avanzar a buena velocidad, sin quitarle ritmo, que aumenta según empieza la carrera y Oz empieza a meterse en problemas que ni siquiera podía imaginar.

Cuantas más páginas lees, más te atrapa esa competición en la que no todo es lo que parece, y no podrás soltar el libro hasta saber quién se convertirá en el centésimo décimo tercer Rey de los Cielos. ¿Será Oz el ganador o ese cromo que lleva escondido en el bolsillo no es más que uno de sus múltiples futuros posibles?