¡Cuidado! Este texto podría destripar los hechos que acontecieron cuando el reino de los Tres Soles aún no era tal. Quedas avisado, lector…

El día en que el reino de las Tres Lunas amaneció como el reino de los Tres Soles, los monarcas y juglares creyeron conquistada la libertad que procuraban para su pueblo. La música volvió a llenar las calles de poesía y nunca más se desdeñaron las artes ni se puso freno a las ideas. Incluso se creó una biblioteca para custodiar la sabiduría del reino, con la esperanza de mantener las tinieblas alejadas de sus corazones.

Lamentablemente, las miradas de odio no han tardado en buscar nuevos objetivos, y esta vez no se dirigen hacia dentro, sino hacia fuera. Hacia el Reino de Aquidonia y su nueva monarca Griselda, con quien las relaciones parecen enturbiarse, pero sobre todo hacia los extranjeros que se refugian en las Cuevas del Tiempo, cerca de la frontera, en busca de un hogar.

Ahora Malkiel y Estrella, con su sabio consejero Samir como guía, se enfrentan al reto de unir a su pueblo y evitar una guerra mientras buscan a Aldo, el príncipe de los juglares, que ha sido secuestrado.

Nando López confesaba que El reino de las Tres Lunas es su novela más política, y su secuela llega siete años después, en un momento aún más necesitado de historias que nos unan frente al odio. Al igual que ocurría en la primera parte, el mensaje de la novela se hace enseguida muy evidente, pero no por ello menos efectivo ni necesario.

Su historia de diversidad y autocrítica se apoya en una trama muy simple, puede que demasiado, aunque su identidad la construye a través de una prosa muy evocadora que recuerda a diálogos teatrales y textos medievales. Tanto es así que en ocasiones cuesta reprimir las ganas de levantarse de la silla y declamar el texto con la voz de sus personajes, lo que no es de extrañar sabiendo que el autor, además de novelista, es un prolífico dramaturgo.

El de los Tres Soles es un reino al que llegarás por su promesa de paz y libertad, pero en el que te quedarás por su poesía. Uno de los mejores destinos posibles para apurar estos últimos días del verano.