Ran es una niña de diez años que sueña con volar y crecer rápido para poder hacer lo que ella quiera sin que nadie la riña. Eso sería bastante normal si no fuese porque unas zapatillas de deporte le permiten convertirse en una adulta veinteañera, y porque en su familia todos son capaces de hacer magia.

Ran y el mundo gris nos presenta una curiosa historia a medio camino entre las magical girls al más puro estilo de CLAMP, con personajes peculiares y complejos, y los mangas seinen en los que la profundidad psicológica lo es todo. Lo curioso es que ha resultado ser la mezcla perfecta. Este primer tomo tiene pocas líneas argumentales, pero precisamente es eso lo que te hace seguir y tratar de averiguar quién es en realidad Ran y todos los personajes que la acompañan.

Personajes, a su vez, que rompen con muchos tópicos del manga. La madre de Ran, por ejemplo, es una mujer trabajadora, demasiado ocupada evitando que seres sobrenaturales causen problemas como para visitar a sus dos hijos, Ran y su hermano mayor Jin. Pero las cosas no acaban ahí. De hecho, son su padre y su hermano los que se encargan de que esa niña tan revoltosa de diez años se meta en problemas. Así terminan haciendo peripecias para esconder las zapatillas encima de lámparas e intentando agotarla lo máximo posible para que se vaya pronto a dormir.

Aki Irie ha conseguido crear un manga con preciosos dibujos, pocos diálogos y dibujos dinámicos que hablan por sí solos. Con escenas de acción y otras más hogareñas vemos como Ran tiene que lidiar con cosas tan normales como hacer amigos en el colegio o el bullying que algunos niños le hacen. Claro que combinar todo eso con magia crea un manga explosivo y que no podrás dejar de leer. Si quieres leer algún manga este verano, Ran y el mundo gris en una buena elección.