Cam tiene neuroblastoma en fase terminal; se está muriendo. La medicina occidental ya no puede hacer nada por ella. Cam está resignada a no llegar a su décimo octavo cumpleaños, ni a experimentar nunca el verdadero amor. Por eso, se esconde tras un escudo de sarcasmo y una armadura de indiferencia. Sin embargo, su madre, que se niega a perder la esperanza, se lía la manta a la cabeza y se lleva a sus dos hijas, Cam y Perry, a Promise, un pueblecito costero de Maine, famoso por ser imposible de encontrar con un GPS y por «obrar milagros».
Y puede que no obre el milagro que la madre de Cam espera, pero desde luego consigue otro, casi más importante: que Cam se desprenda de sus defensas y aprenda a vivir. En Promise, Cam no sólo consigue completar su Lista Flamenco de «cosas para hacer antes de morir», sino que descubrirá que la esperanza es realmente lo último que se pierde.
Wendy Wunder, un nombre muy acorde con lo que cuenta su historia, debutó el año pasado en el mercado de literatura juvenil de los Estados Unidos con esta novela de aprendizaje. Escrito en tercera persona desde el punto de vista de Cam, la autora trata un tema dramático bastante manido en la literatura contemporánea, tanto juvenil como adulta. Cargado de humor gracias al sarcasmo de la protagonista, Wunder consigue así no caer en el melodrama cursi. Es una lástima que la traducción española sea defectuosa y, en ocasiones, incorrecta, haciendo que el encanto de la narración y los personajes quede muy diluido y la novela pierda el ángel que tiene en el idioma original.
De todas formas, la historia de cómo Cam aprendió a vivir merece ser leída, así que El Templo te recomienda una visita a la simpática localidad de Promise para dejarte encandilar por sus habitantes. Y tú, ¿crees en los milagros?