Los señores Welrush están buscando una institutriz para su hija Alice. Solo ponen una condición: que nunca jamás hable de Alicia en el País de las Maravillas. Es imperativo que se comporte como si ese libro no existiese.
Eugéne Chignon, la nueva institutriz, recibe instrucciones precisas al respecto. ¿Qué debe hacer si alguien le pregunta por los libros? Decir que no los conoce ni tiene intención de hacerlo. ¿Y si resulta que su nueva pupila se parece asombrosamente a la protagonista de Lewis Carroll? ¡Fingir que no se da cuenta! Pero lo más importante es que Alice no descubra que Alice Liddell, la niña que inspiró el personaje (y que ahora tiene ochenta años), va a estar en Nueva York, en un homenaje para celebrar los cien años del nacimiento de Lewis Carroll.
Así empieza Prohibido leer a Lewis Carroll, el libro escrito por Diego Arboleda e ilustrado por Raúl Sagospe que ha recibido, entre otros, el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2014 y el Premio Lazarillo 2012. Su curioso argumento está narrado con una gran teatralidad, con páginas dedicadas a crear expectativas y otras a desvelar las sorpresas de la manera más loca y divertida. Los personajes también tienen defectos y virtudes disparatadas aunque entrañables, y en algunos aspectos parecen salidos de la imaginación de Lewis Carroll.
Es difícil imaginar el libro sin los dibujos de Raúl Sagospe, que logran hacer la historia aún más divertida. Escritor e ilustrador ya habían colaborado antes (Mil millones de tuberías, Papeles arrugados) y está claro que forman un buen tándem.
Prohibido leer a Lewis Carroll conmoverá no solo a los fans de Alicia en el País de las Maravillas, sino a todos los que alguna vez hayan leído un libro que les haya apasionado.