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La profecía de la bruja Sheba (Rowan I)
Emily Rodda

Montena
Libros olvidados El Templo#44 (febrero 2015)
Por Ricardo Cuesta
4.971 lecturas

Rowan es un muchacho muy conocido en Rin, el pueblo donde vive. El motivo de su popularidad es que es un cobarde, al contrario que el resto de habitantes de la aldea. Para el pueblo de Rin, el hecho de que uno de los aldeanos tenga miedo es visto como una deshonra. Por ello, a Rowan se le ha asignado la tarea más sencilla, aquella que no implica ni el menor asomo de valentía: ser el pastor de los bukshah, unos animales que son muy similares a las ovejas.

Sin motivo aparente, un día el río que atraviesa el poblado comienza a llevar menos agua, hasta que finalmente se seca. Sin un lugar del que beber agua, los bukshah tienen la muerte asegurada. La única persona capaz de ayudarles es la bruja Sheba. Tras consultar con ella lo que sucede, formula una profecía: siete personas emprenderán una peligrosa expedición a lo alto de la montaña, lugar donde nace el río y donde habita un peligroso dragón. Allí encontrarán la solución al problema.

Pero ahí no acaba todo, porque la bruja les proporciona un mapa, pero solo una persona es capaz de leerlo: el temeroso Rowan, el que es, a ojos del pueblo, la persona menos indicada para emprender la expedición.

Aunque la autora, Emily Rodda, puede que no tenga un estilo muy alejado de lo común, ha sabido crear una historia amena y fácil de leer. Sin embargo, a pesar de que es capaz de engancharte desde la primera página, puede que a algunos lectores les parezca que el final es bastante predecible. Este primer volumen es autoconclusivo, así que no tienes de qué preocuparte si no encuentras los siguientes libros.

Otro aspecto a destacar son las descripciones de los personajes, que no son para nada recargadas. Con ellas, la autora aporta la información necesaria para que seas capaz de hacerte una idea general de cada protagonista, no solo en lo que al físico se refiere, sino también en lo psicológico.

Esta es, sin duda, una novela que, a pesar de parecer un poco infantil, se podría decir que es para todas las edades. No solo porque está muy bien escrita, sino porque transmite una lección muy bonita acerca del miedo, un mensaje que todos, pequeños y mayores, deberíamos tener en cuenta cada día.

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