«La Piazza del Campo se convierte en el escenario de una carrera antiquísima. Una carrera de caballos. Muchos os dirán que es la carrera más grandiosa y espeluznante del mundo entero. Dura noventa segundos: a pelo, encarnizada, vertiginosa. Diez jinetes de mirada enloquecida lo arriesgan todo por hacerse con la bandera de la victoria conocida como Il Palio».

Minty nunca se ha interesado por los caballos, jamás ha practicado hípica y, desde luego, tampoco ha oído hablar de esa carrera. Sin embargo, el mundo ecuestre está a punto de convertirse en una parte esencial de su vida.

Parte de la culpa la tiene su profesora Serena, que viene de Siena y habla maravillas de la competición. Quizás también influya el divorcio de sus padres; Minty busca llenar el vacío que le dejó el abandono de su padre y liberar la furia que le causa su nuevo matrimonio.

Pero, sin duda, el gran culpable es Ned: el chico misterioso y rebelde que cabalga a pelo por el pueblo, vive en una caravana y encierra muchos secretos en su interior.

Sarah Moore Fitzgerald revela con esta novela, a su modo, el secreto de la felicidad: dar rienda suelta a nuestra pasión en la vida.

En Minty vemos ese conflicto: por una parte su situación familiar la ahoga y todo le parece fingido, mientras que con Ned se siente libre y capaz de cualquier cosa. Las dos realidades están a punto de chocar... y nadie está preparado para controlar la explosión.

La autora se centra en transmitir esta idea, en dejar clara su visión, y no se complica añadiendo conflictos innecesarios. Para ello emplea párrafos cortos y un lenguaje sencillo pero cargado de delicadeza y sensibilidad. Sigue la misma tónica con los personajes: quiere que los conozcamos de verdad, más allá de las apariencias.

Una oportunidad de oro para disfrutar, valorar la naturaleza y comprendernos mejor a nosotros mismos y a los que son diferentes. Un mensaje breve, pero intenso: vive.