Nawel ha pasado toda su vida en los suburbios de París. Allí conoció a Alice, su mejor amiga, se enamoró del rock y creó un grupo de música con ella. Un dúo perfecto, listo para comerse el mundo. Sin embargo, sus estudios llevan a Nawel y Alice a la capital, donde las cosas no son tan sencillas. Las diferencias sociales y también culturales parecen cada vez mayores, pero ninguna de las dos piensa rendirse.
Los sueños son lo que mueven a las personas, y Nawel tiene el suyo muy claro: quiere dedicarse a la música profesionalmente. La protagonista usa ese deseo como forma de seguir moviéndose, de seguir avanzando, sin darse cuenta de que la está engullendo. Cuando se enamora de Isak Olsen, un joven músico como ella, decide dedicarse en exclusiva a componer su primer álbum. Mientras tanto, todo lo que la rodea se desmoro na, desde su amistad con Alice hasta la relación con sus padres, sin que ella se dé cuenta de lo que está ocurriendo.
Una de las mayores virtudes de este cómic es su caracterización de personajes. Con cada página sentimos, sufrimos y reímos con Nawel. Tanto ella como Alice son el perfecto contrapunto de la otra, e incluso sus familias, que disfrutan de menos viñetas, están muy bien perfiladas. Hasta Isak Olsen, que durante gran parte del cómic parece más un ídolo que una persona, consigue mostrarse más allá de ser aquel del que Nawel está enamorada.
Por otro lado, la trama es sencilla, pero no por ello simple. Las dificultades a las que se enfrenta la protagonista son muy similares a las de muchos jóvenes de su edad, y su forma de enfrentarse a ellas será lo que marque el ritmo de la historia desde el primer momento.
La noche es mi reino juega con las paletas de colores para contarnos una historia llena de música y frustración. Junto con tonos más bien oscuros y mucha ayuda del estilo dinámico de la autora, la historia de Nawel y su amor por la música se desenvuelve ante nosotros. Las canciones atraparán a cualquiera que se atreva a echar un vistazo a sus páginas, y podemos asegurar que disfrutarás cada momento.