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Los niños de Willesden Lane
Mona Golabek, Lee Cohen

Fandom Books
Reseñas de novedades El Templo#74 (febrero 2020)
Por Gabriela Portillo
3.458 lecturas

Cuando Lisa toca el piano, el mundo enmudece. Ella aprovecha el silencio para concentrarse en sentir y expresar a través de la música. Por eso, cuando se la quitan, piensa que la han callado para siempre.

Su madre, también pianista, se encarga de demostrarle lo contrario. Los Jura han obtenido un pasaje en el Kindertransport, el tren «de los niños», que sacará a una de sus tres hijas de Austria, donde el nazismo prolifera y los ataques a los judíos como ellos cada vez son más violentos. La familia acuerda mandar en él a Lisa, bajo la condición materna de que aproveche su don.

Con la promesa como salvavidas, la joven supera las adversidades que encuentra en Inglaterra hasta aterrizar en el albergue de Willesden Lane, donde coincide al fin con otros como ella: niños refugiados de la guerra. Allí, mediante el apoyo de sus amigos, luchará por recuperar su voz.

La historia que acabas de leer sucedió en la realidad. Mona Golabek transcribe las memorias de su madre, Lisa Jura, durante la Segunda Guerra Mundial, y el testimonio de algunos de los niños que la acompañaron. Afortunadamente, Lisa mantuvo el contacto con ellos durante el resto de su vida. Continuó tocando el piano y transmitió a su vez esta pasión a Mona, que escribió Los niños de Willesden Lane y creó la fundación Hold On To Your Music para expandir la poderosa influencia de este arte.

Por supuesto, el libro narra escenas muy duras. Lisa escapó del Holocausto, pero vivió los bombardeos a Londres, la pérdida de seres queridos, la soledad y la miseria con solo catorce años. Por eso destaca que sea el tono de esperanza hacia el futuro y de gratitud a quienes la ayudaron el elegido para contar su historia. Los autores confían en un estilo sencillo y llano para emocionar, pues los hechos (y las fotografías complementarias) hablan por sí solos.

La delicada banda sonora se completa con las voces de todas las personas que hicieron posible no solo que Lisa sobreviviera, sino que incluso llegase a vivir. Suenan tan reales como fueron y eso, creemos, solo puede ser cosa de la música.