Agatha es una niña Halcón. Su trabajo es vigilar la muralla que protege su clan de posibles invasores, ¡y es muy buena en ello! Jaime, sin embargo, es Pescador. Cada día se monta en un barco para conseguir comida, y sobrevive al oleaje y las náuseas como puede (porque sí, le tiene un miedo terrible al mar).
Jaime no puede creer su mala suerte: ha sido elegido para casarse con una niña de otro clan; es el primer matrimonio concertado que se celebra en la isla de Skye. Él quiere ser valiente, pero muchas veces se ve superado por el miedo, la inseguridad y la presión. Agatha, mientras tanto, se esfuerza cada día para demostrar que es fuerte y que está perfectamente capacitada a pesar de su condición. Tiene síndrome de Down (aunque en su mundo todavía no tiene nombre), lo que no le impide ser inteligente, decidida y estar dispuesta a sacrificarse por los demás.
Sí, Jaime y Agatha son diferentes. Pero se parecen en una cosa: cuando un clan vecino ataque al suyo y secuestre a todos sus compañeros, ambos harán lo que sea necesario para traerlos de vuelta.
Esta novela debut del británico Joseph Elliott nos presenta un mapa de Europa alternativo que se centra en tres reinos: Scotia, Ingland y Norvega. Nuestros protagonistas viven en un clan de Scotia cercado por unas fuertes tradiciones, y sus conocimientos sobre el resto del mundo son casi nulos.
La ambientación de La niña Halcón es precisamente uno de sus puntos fuertes. El mar y la vegetación nos transportan a las Tierras Altas y los páramos fríos que existen en las actuales Escocia y Noruega. Vikingos, guerreros, reyes y jóvenes intentando salvar a su gente se mezclan con magia, criaturas inventadas y la brutalidad y violencia de los clanes.
Otro elemento a destacar es el contraste entre las voces de los dos protagonistas, que alternan capítulos en primera persona. Agatha narra los acontecimientos de forma simple y directa, sin descripciones detalladas, mientras que Jaime piensa y analiza todo antes de actuar.
Esta diversidad de personajes, los giros de la trama y la originalidad de la ambientación hacen de La niña Halcón una novela diferente a todo lo que hemos visto antes, que gustará especialmente a quienes se estén iniciando en la literatura juvenil.