Un grupo de cuatro guionistas tiene que llevar a cabo su nuevo proyecto para una ficción televisiva, por lo que deciden irse de retiro al campo, a un pueblo gallego, en busca de paz e inspiración. Todo va de acuerdo a sus planes hasta que empieza a caer la nieve, una nieve interminable que cubre de blanco todos los prados de alrededor.
Viéndose atrapados en la casa rural, deciden seguir trabajando en sus ideas. Para ello, escribirán durante el día y por la noche se reunirán junto al fuego para contarse las historias que han tramado. Con este objetivo se sumergen en sus tareas, tratando de dar con el mejor relato, mientras que la nieve sigue cayendo impasible e imparable...
Este libro es un claro homenaje a la reunión que Lord Byron organizó en Villa Dodati, una mansión en la que cinco residentes de importante nombre se juntaron para discutir sobre el terror y la escritura, como los protagonistas de La nieve interminable. De este encuentro de mentes lúcidas nacieron nada menos que Frankenstein, de Mary Shelley, o el poema Darkness, de Byron.
Agustín Fernández Paz demuestra en una de sus últimas novelas su capacidad de narrador nato, y lo hace porque crea con mucha soltura un relato principal que aúna cuatro relatos de terror distintos. La escritura, su manera de contar una historia, se hace algo natural como la vida misma.
El terror es el elemento primordial en esta novela, lo que une todas las historias, aunque en este sentido, también es cierto que la sensación de fragmentariedad se hace palpable al tener que empezar cuatro historias distintas en una misma novela, pero conectadas por este elemento escalofriante. La fórmula y la manera en que lo hace son muy ingeniosas, pero se perciben las marcas del ensamblaje.
Esta historia es también un continuo en la trayectoria del autor, donde encontramos los temas que le han preocupado siempre y que aparecen en otras obras. Primordialmente se sitúa aquí la literatura, con infinidad de autores y referencias literarias que impregnan su texto. Pero también un mensaje de respeto hacia la naturaleza y de reflexión sobre el trato que le damos.
La nieve interminable es uno de esos libros para leer bajo una manta, con lluvia y truenos en las calles, donde la atmósfera externa te lleve de la mano de la ambientación literaria.