«Volvió a ver la foto en la pantalla. Se acercó al ordenador y dio un fuerte puñetazo en el teclado.
— ¡Ya he pagado por lo que hice!».
Bruno estudia segundo de Bachillerato y sufre bullying en el instituto. Hace meses el chico hizo algo terrible y parece que nadie se lo perdona, sobre todo El Lagartija y Mónica, quienes hasta hace poco eran pareja. Ambos se dedican a hacerle la vida imposible a Bruno, en especial el chico y su grupo de matones.
Es por ello que Bruno se dedica cada día a entrenar en la piscina y nadar cada vez más rápido. Con este deporte logra olvidar durante un rato todo lo que lo rodea y lo ayuda a evadirse por completo de la realidad. Una realidad difícil de afrontar.
Un día, por culpa de una gamberrada que le hacen sus compañeros en el gimnasio donde va a nadar, conoce a Lidia, la recepcionista. La joven, un año mayor que él, no entiende por qué lo tratan así, ya que ella solo ve a un chico simpático que sufre en silencio por un hecho que no le quiere confesar. ¿Tan terrible fue que no lo pueden perdonar?
Esta misma pregunta se harán todos los lectores que se sumerjan entre las páginas de Nadar o morir, la última novela de Arturo Padilla de Juan, el primer ganador del Premio Jordi Sierra i Fabra para jóvenes.
La narración es amena y el ritmo no decae en ningún momento. Sin embargo, el esquema de la obra sigue el mismo patrón que el de su primera novela, El poder de una decisión. El autor nos presenta a un introvertido personaje al que le hacen bullying sin que el lector sepa el motivo, dejándole solo pequeñas pistas que darán los personajes secundarios según avance la historia para luego, hacia el final, revelarnos qué sucedió.
La editorial SM ha publicado en su colección Gran Angular una novela que deja huella. Arturo Padilla ha escrito una historia realista y directa cuyo último capítulo te dejará sin palabras y con un epílogo que releerás.