Vivian Carter está cansada de tener que aguantar que a los chicos del equipo de fútbol del instituto East Rockport se les consienta absolutamente todo, desde las numerosas faltas de respeto hasta el acoso continuado a sus compañeras. A diferencia de su madre, quien en los noventa fue una Riot Grrrl, Vivian nunca antes había roto las reglas, siempre ha sido una alumna ejemplar... Pero ya está harta del trato de favor y está dispuesta a lo que sea con tal de que las cosas cambien.

Por ello decide crear «Moxie», un magazín que haga saber al resto de chicas que no están solas y que, a la vez, sirva para denunciar los abusos de poder de sus compañeros. Pronto se dará cuenta de que su idea ha dado resultado y de que «Moxie» ya no le pertenece a ella sola, sino a todas aquellas chicas que quieran formar parte de esta revolución.

La amistad de Vivian con otras compañeras (antiguas y nuevas) se convierte, junto con las relaciones familiares, en el eje principal de la novela y es, de hecho, lo que mueve la trama. Esto da lugar a un grupo variado y diverso de personajes secundarios, porque Jennifer Mathieu está convencida de que un feminismo interseccional es lo que necesitamos a día de hoy.

La historia de amor, de una vez por todas, no es el eje conductor aunque siga formando parte de la historia. El interés amoroso sabe dejar el espacio necesario a Vivian y al resto de chicas. Se convierte en un aliado. Además, sabe retroceder cuando cree haber hecho algo mal y está dispuesto a aprender, algo que se agradece no solo en literatura juvenil sino en la literatura en general.

Moxie es, aunque puede pecar de naíf en ciertos momentos, una novela inspiradora capaz de empoderar a quien la lee. Es también un libro perfecto para jóvenes que aún no saben muy bien qué es el feminismo, puesto que Jennifer Mathieu explora temas como la sublevación y el sentido de hermandad a la par que la cosificación de la mujer y el acoso sexual. Lee Moxie y únete a la lucha por la igualdad. Y lo más importante: nunca te calles cuando creas que algo está mal.