En la ciudad de Homs, un grupo de rebeldes defiende al pueblo en las calles mientras las fuerzas de la dictadura torturan y matan sin piedad. En Siria, es huir o morir, y Salama lo sabe bien.
Su madre murió cuando estalló la revolución; su padre y su hermano fueron detenidos en una manifestación y llevados a una de las cárceles del gobierno, conocidas por la crueldad de sus torturas. Ahora, Salama se enfrenta a la muerte todos los días. A pesar de tener solo dieciocho años y ser estudiante de Farmacia, trabaja en uno de los pocos hospitales de Homs que no han quedado arrasados por las bombas.
Lo único que le queda a Salama es su cuñada Layla, que está embarazada, y la promesa que le hizo a su hermano antes de desaparecer: que huiría de Siria y pondría a salvo a Layla. Pero, a estas alturas, Salama está unida a Siria por cadenas que pesan en su conciencia: si huye, estará traicionando a su pueblo, privándole de uno de los pocos médicos que quedan; si se queda, estará traicionando a su familia.
Este dilema entre el deber hacia su país y la necesidad de una vida sin violencia es el eje de la primera novela de Zoulfa Katouh. Un conflicto que está personificado en Khawf, el chico que susurra a Salama sus peores pesadillas y le insiste en cruzar el Mediterráneo. Mientras crezcan los limoneros es una novela sobre la revolución y la guerra, pero también (y quizá esto sea lo más conmovedor de todo) sobre el primer amor de Salama, que florece entre el trauma, el horror y el miedo; un remanso de esperanza que desafía a los elementos y que contiene toda la bella humanidad que, a su alrededor, escasea.
La cercanía de los personajes, jóvenes soñadores y ambiciosos que luchan por Siria a su manera, marca la diferencia respecto a otras novelas que relatan la situación del país. Katouh reduce la distancia y deshumanización que a menudo sentimos con los conflictos globales que no vivimos en primera persona, y no solo genera en nosotros un gran interés por saber qué está pasando en Siria ahora, sino que nos deja entrever todo lo que Siria ha sido, su historia —grande y trágica a la vez— y su rica cultura.
Mientras crezcan los limoneros es un impactante debut; una historia que, lejos de ser perfecta, nos gana por su ternura y honestidad, y arroja luz sobre un conflicto que nos concierne a todos.