Los niños de los Estados Unidos se mueren. Cuando alcanzan los diez años, una enfermedad que responde a las siglas ENIAA los mata de repente, sin apenas síntomas, y los pocos que sobreviven desarrollan ciertas capacidades que inquietan mucho a los adultos. Les asustan tanto que han metido a todos los supervivientes en campos de concentración enmascarados como centros de rehabilitación. Eso es lo que le pasa a Ruby a la tierna edad de diez años.
A los niños en los campos se les clasifica por colores según sus poderes: azul para los telequinéticos, amarillo para los que controlan la electricidad, etc. En Thurmond, uno de los centros más estrictos, Ruby consigue hacerse pasar por una Verde, que son los niños con los poderes más inocuos, y así protegerse de una muerte segura. Porque la mente de Ruby es mucho más poderosa que la de un Verde: puede hacer cosas muy peligrosas, puede dañar a la gente que quiere y tiene miedo de sí misma. Por eso, durante los siguientes seis años en el campo intenta pasar desapercibida, ser invisible, no usar sus poderes… para sobrevivir. Hasta que la Liga de los Niños la ayuda a escapar. Sin embargo, Ruby no las tiene todas consigo y, una vez fuera de Thurmond, acaba huyendo de ellos también.
En su huida se topa con Liam, Chubs y Zu, un grupo de fugitivos como ella que andan buscando East River, un posible lugar seguro para las mentes poderosas. ¿O será solo una leyenda urbana? Los tres chicos aceptan a Ruby en el grupo, al principio con reticencia, e inician un road trip por Virginia Occidental en busca de esa tierra prometida.
Puesto que está todo narrado en primera persona desde el punto de vista de Ruby, puede parecer que, en ocasiones, falten explicaciones sobre el origen de este futuro sin niños. Y el viaje de los chicos, dando tumbos de un lado para otro, puede resultar algo errático. Sin embargo, a pesar de estas pequeñas carencias, el argumento engancha y los personajes enamoran: desde la dulce y monísima Zu, pasando por el pragmático Chubs y el carismático pero traumatizado Liam, hasta llegar a Ruby, la protagonista que se crece ante las circunstancias, que aprende y evoluciona para vencer sus miedos y ayudar a sus amigos.
Alexandra Bracken inicia con este título una saga de ciencia ficción muy prometedora, que brilla por la originalidad y el desarrollo de sus personajes. En julio, saldrá a la venta un relato corto intermedio titulado In Time, antesala de Never Fade, la continuación que estará disponible en inglés el 15 de octubre. Esperemos que no tarden mucho en traernos esta segunda parte a España, porque el final de Mentes poderosas solo te deja con ganas de una cosa: más.